El paso del tiempo no perdona a la piel. La del cuerpo es la que menos cuidado recibe a lo largo de la vida. La principal diferencia entre la piel de la cara y la del cuerpo reside en la densidad de las glándulas sebáceas. Éstas se encuentran principalmente en la cara, el busto y, en parte, en la espalda. Hay muy pocas en el resto del cuerpo, por eso las cremas son necesarias: la piel del cuerpo se descama más que la del rostro.
Firmes y en sus puestos Según Linda Frida, la estructura del busto es determinada genéticamente, pero de todos modos hay varias alternativas para mantenerlo perfecto. Los expertos recomiendan una combinación de cremas reafirmantes con tratamientos profesionales en salones de belleza. Además, la práctica de ejercicios regulares y específicos es una excelente fórmula para mejorar la textura de la piel. El pecho pierde y gana peso con mucha facilidad, así que la piel de esa zona ve deteriorada la elasticidad con más rapidez que otras partes del cuerpo. El uso regular de productos que contengan ingredientes tonificantes, como el ginseng, puede ayudar a conservarla. En casa, al momento de la ducha, se puede rociar el pecho con agua fría (mejor, helada) y esperar treinta segundos aproximadamente. Ello proporciona un efecto tensor casi inmediato que estimula la circulación y propicia la buena absorción de los productos reafirmantes. Una exfoliación regular elimina las impurezas, previene la aparición de granos y acelera el proceso natural de renovación celular. El paso final debe ser la aplicación con movimientos ascendentes, siguiendo la forma del pecho, de una hidratante corporal o un producto especifico para el busto. Brazos: piel y músculos, atención! La caída del músculo de la cara interna de los brazos es un problema muy común. Por suerte, se puede solucionar de dos maneras: usando tratamientos de belleza que suavicen y afinen la piel, o incrementando la firmeza del músculo con ejercicios regulares. Para reducir el aspecto “piel de gallina” que suele presentar la zona, exfolie todo el brazo, prestando especial atención a los codos, donde la piel tiende a ser seca y rugosa. Continúe con una generosa aplicación de crema corporal para conseguir elasticidad y tono. La mayoría de las cremas reafirmantes están recomendadas para los muslos y nalgas, pero pueden ser utilizadas para todo el cuerpo, incluyendo la parte superior de los brazos. Los efectos se ven luego del mes y medio; por eso, empiece a utilizarlas cuanto antes. La eterna postergada La espalda es una zona de difícil acceso y campo minado de granos, manchas y otros problemas antiestéticos. De ahí que sea imprescindible limpiarla cuidadosamente. El mejor tratamiento es el siguiente: elimine las células muertas de la superficie frotando diariamente, durante el baño, con un cepillo corporal. Si desea conseguir un aspecto aterciopelado, pida ayuda y use un exfoliante. Después, aplique crema corporal de textura ligera. Y si los granos e impurezas son su problema, coloque a diario una loción casera a base de té verde, lavanda y rosa. Vientre nivelado Falta de tono, carnes blandas... ¿Cómo mejorar esa zona? Mediante exfoliación y tonificación regular con un cepillo corporal de cerdas naturales, trabajando toda el área del abdomen. Lo mejor es hacerlo antes del baño o ducha. Las exfoliantes corporales funcionan muy bien, porque contienen gránulos más grandes que las faciales, lo que asegura fricción efectiva. Se extienden en todo el abdomen, con movimientos circulares, al menos una vez por semana. Para dar firmeza, aplicar mañana y noche una crema hidratante espesa o un aceite corporal, con movimientos firmes y también circulares. Fuente: vidayestilo.terra.com.ar