¿Para esto ganamos una guerra?

Publicado el 30 junio 2021 por Monetarius

Cuando se estaba discutiendo en el Parlamento acerca de las carencias democráticas de un país con 114.000 desaparecidos, enterrados en fosas y cunetas después de ser fusilados sin juicio y con ensañamiento por haber defendido la legalidad vigente, Pablo Casado, el Secretario General del PP, dijo que todo eso eran "batallitas del abuelo".

Hoy ha vuelto a la carga afirmando que "la Guerra Civil fue el enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia". Es bastante probable que esta frase la haya dicho Casado para desviar la atención del juicio de la Kitchen y ocultar las declaraciones de Dolores de Cospedal, la que fue Secretaria General y que le dio los votos a Casado para derrotar a Soraya Sáez de Santamaría. O para tapar que han sido incapaces de reunir firmas contra el indulto. O para que olvidemos que la Iglesia y los empresarios apuestan por el perdón y la reconciliación desde las posturas diferentes.

Invariablemente, cada vez que gobierna la izquierda, el PP habla de la ilegitimidad del Gobierno. Porque no es capaz de entender cómo si las izquierdas fueron derrotadas en 1939, pueden estar ahora gobernando España.

Pero lo que ha dicho Casado está en consonancia con lo que piensan en el PP, un partido fundado por Manuel Fraga, un ministro de Franco que siempre defendió el golpe de 1936, que rapó el pelo de las mujeres de los mineros en huelga, que manipuló los diarios de Enrique Ruano para que lo que fue un asesinato de la Brigada Político-Social pareciera un suicidio (además de amenazar a los padres para que guardaran silencio porque "tenéis más hijos"), que dijo que la calle era suya mientras asesinaban a obreros en Vitoria en 1976 o que justificó el asesinato del dirigente comunista Julián Grimau al que también tiraron por una ventana. Supongo que también de una manera legal.

La derecha española, al igual que la monarquía y la Iglesia, se puso del lado del golpismo desde 1931. A diferencia de lo que ocurrió en Europa, los fascistas españoles ganaron la contienda con la ayuda de Hitler y Mussolini, de manera que para el Partido Popular, para VOX e incluso para Ciudadanos, la legitimidad de la victoria del 36 siempre está por encima de la legitimidad de las urnas.

Invariablemente, cada vez que gobierna la izquierda, el PP habla de la ilegitimidad del Gobierno. Lo dijo de Felipe González, lo dijo de Rodríguez Zapatero y lo dice ahora del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Porque no es capaz de entender cómo si las izquierdas fueron derrotadas en 1939, pueden estar ahora gobernando España.

La guerra civil empezó porque el golpe de Estado que protagonizaron militares africanistas, los monárquicos de Alfonso XIII (que fueron los que consiguieron el apoyo militar, especialmente aéreo, de Mussolini), los falangistas, la Iglesia católica y algunos banqueros, fracasó. Porque si hubiera triunfado el golpe, no hubiera existido la guerra, aunque, seguro, sí una represión similar. Tanto Mola como Sanjurjo como Franco querían traer a España las operaciones de castigo que se habían probado en la guerra de Marruecos. Como le diría el superviviente de esa terna, Francisco Franco, a un periodista americano, si tenía que fusilar a media España, la fusilaría. Por eso la guerra fue larga y tan violenta. Se trataba de extirpar la mala hierba de la España católica, monárquica, propietaria y de orden.

El golpe de Estado de 1936 colocó a los militares como traidores a su juramento y fuera de la ley que marcaba la Constitución de 1931, que les obligaba a someterse al Presidente de la República. De manera que la afirmación de Pablo Casado de que el franquismo era "ley sin democracia" es una mentira que solo sirve para blanquear a unos militares fascistas, traidores a su patria, que provocaron un conflicto donde murieron 600.000 españoles. Gente al margen de la ley que fusilaron a 200.000 españoles sin juicio, la mayoría una vez terminada la guerra. Que negaron la nacionalidad a 10.000 españoles, de los que dos tercios morirían en los campos de exterminio. Que no solo mataron sino que también robaron los bienes de los republicanos. Por robar, robaron hasta los hijos de las republicanas presas.

El golpe de Estado de 1936 colocó a los militares como traidores a su juramento y fuera de la ley que marcaba la Constitución de 1931, que les obligaba a someterse al Presidente de la República.

La derecha europea no tolera las vinculaciones con el fascismo de la extrema derecha. Porque su apuesta es por la democracia, no solo por el poder. Por eso, como hemos visto en Francia, los partidos democráticos se ponen de acuerdo para que los que prendieron ya una vez fuego a Europa no lo repitan. Pero es que había una derecha democrática en Alemania, en Francia, en Italia, en Inglaterra, mientras que en España, con la salvedad del PNV, las derechas se hicieron fascistas, quebraron la ley provocando una guerra, la ganaron con el apoyo de potencias extranjeras, convirtieron España en un campo de concentración durante 40 años, recuperaron en 1947 la monarquía que había sido abolida en 1931, y a la muerte del dictador se acostaron franquistas y se levantaron demócratas.

España ha sido durante decenios el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista

España ha sido durante decenios el único país de Europa donde podías ser demócrata sin ser antifascista. Y por eso la infiltración de la extrema derecha en la justicia, en algunos cuerpos policiales y militares, en la cúpula de la iglesia católica y en algunos sectores empresariales.

Pablo Casado ha blanqueado el franquismo con su frase ajena al sentir europeo, porque vienen del franquismo. Porque su ADN es franquista. Porque su fundador era franquista. Porque defendieron los indultos de los golpistas del 23F. Porque siempre les pareció bien que el Tribunal de Orden Público se convirtiera, al día siguiente de su disolución, en la Audiencia Nacional. Porque en el "a por ellos" contra los independentistas catalanes había esa lógica de expedición de castigo que les es propia. Porque usurpan las instituciones porque creen que España es suya. Y por eso también la roban con sus interminables corruptelas. Y encima, como derecho de conquista, aprobaron el 15 de octubre de 1977 una ley de Amnistía que les perdonaba todos los crímenes desde el 18 de julio de 1936 hasta esa fecha. Y si no fuera por esa ley, aprobada ya muerto el Caudillo, una buena parte de los fundadores del PP estarían juzgados y condenados. Cabe preguntarle a Casado: si tan legal era el franquismo ¿para qué necesitabais esa ley que os libra de toda culpa?

El PP no tolera estar fuera del gobierno, que los suyos estén en la cárcel por robar, que catalanes o vascos de izquierdas estén en el Gobierno o que el Emérito esté en Emiratos. Todavía algunos de ellos se preguntan en público: ¿para esto ganamos una guerra? Y por eso mismo, la derecha española se empeña en homologarse con la extrema derecha europea y, al tiempo, se sitúa tan lejos de esa derecha civilizada, europea, que hace cordones sanitarios al fascismo y que, por su ausencia, España sigue siendo diferente.