Últimamente parece que todos los equipos que vienen a jugar al Sánchez Pizjuán son de otra galaxia o es el miedo que intentan meternos para que no bajemos la guardia, pues bien, anoche hizo su aparición un viejo conocido por Nervión, el Zenit, y desde mi punto de vista, éste sí era un equipazo al que tener en cuenta.Nada más con ver el planteamiento táctico con el que salta al campo ya te das cuneta que tienes en frente a un gallito de pelea difícil de superar.
Los rusos se cierran, entre comillas, atrás, muy ordenados, con mucho oficio y buscan salidas a la contra con muchísimo peligro. Esto es lo que hicieron hasta que llegó el gol. Crearon un par de ocasiones muy claras y después marcaron, como si estuvieran esperando su momento, que llegó.
Lo que no esperaban estos señores del frío siberiano es que tanto el campeón de Europa como su afición levantaran un partido tan complicado con un fútbol de élite nada parecido al de la primera mitad. Les cogíó por sorpresa que Emery supiera...por enésima vez....hacer los cambios necesarios para levantar el partido.
Salen M´bia y Denis por Iborra y Coke. El panorama ya empieza a cambiar desde inicios de la segunda parte, con un Sevilla volcado, sin dejar pensar al Zenit y haciéndole sufrir un acoso que no esperaban, por si fuera poco Unai mete en el campo a Bacca en lugar de Gameiro y el colombiano, al igual que hace el francés cuando es a él al que le toca suplir, aprovecha su oportunidad, golazo y empate de la eliminatoria.
El Zenit sigue K.O.
Golazo de voléa de Denis y arriba en la eliminatoria.
De ahí al final buscamos el tercero que lo tuvo Bacca en un balón que se le escapa en el área por poco y ya sin tiempo para más lo dejamos todo en manos del destino la semana que viene.
El de San Petesburgo va a ser complicado, muy difícil, pero no más ni menos que se presentaba el de Alemania en su día y lo ganamos, y pasamos.
Recuerden que para ganar en Nervión hay que pedir permiso primero, nosotros no pedimos permiso allá donde vayamos, simplemente ganamos.