Para exfoliarme los labios y así poder pintarlos sin que se vean grietas ni pellejitos de lo más terrible, utilizo un cepillo de dientes. Uno cualquiera (que no usemos ya). Lo mojo levemente con agua y froto sin presionar, haciendo círculos, los labios. Quedan super suavitos. Perfecto para poder pintarlos como más nos apetezca. Así de rápido, de cómodo y de baratito.