Adiós al aire acondicionado, aquí está la pintura que mantiene los edificios fresquitos, poco gasto (al menos en el consumo).
Se trata de una pintura polimérica capaz de enfriar las superficies sin usar energía o aire. Esto es lo que los investigadores de la Universidad de Columbia y el Laboratorio Nacional de Argonne en los Estados Unidos han producido: una solución que salva y preserva el medio ambiente.
Si tenemos en cuenta que el aire acondicionado representa el 10% del consumo mundial de energía, podemos ver en este hallazgo un ápice de aire fresco que puede ayudarnos a cuidar nuestro planeta. Con el aumento de la temperatura y las olas de calor que han habido este año cada vez se hacen más notables las alternativas al uso de los habituales aires acondicionados o ventiladores, ya que consumen mucho y no se logra el efecto deseado.
Los aires acondicionados son caros, desperdician demasiada energía y alimentan el agujero en el ozono (no son buenos para el medio ambiente, y por ende, tampoco para los que vivimos en el planeta en cuestión). Por esta razón se buscan alternativas, y en este caso, estos científicos estadounidenses han pensado y creado esta pintura polimérica capaz de enfriar las superficies a aproximadamente 6 ° C por debajo de la temperatura ambiente sin utilizar ninguna energía.
Se trata de un recubrimiento externo de polímero PDRC de alto rendimiento con huecos de aire a microescala que actúa como un enfriador de aire espontáneo y se puede fabricar, teñir y aplicar como pintura en techos, edificios, tanques de agua, vehículos, incluso vehículos.
El polímero tiene una estructura porosa similar a la espuma. EL uso de PDRC no es una novedad porque ya hay otras propuestas en el mercado que la incluían, pero el problema era que la pintura blanca absorbe la luz UV y no refleja bien las longitudes de onda solar, y eso reduce la eficacia de estas pinturas. Lo bueno de esta nueva pintura es que puede ser coloreada con colores oscuros y evitar así este problema de los estudios anteriores.
¿Cómo se pinta “la pintura”?
El proceso de solución se basa en una “inversión de fase” e implica mezclar el polímero con un disolvente con agua, donde el polímero es insoluble. Después de pintar la mezcla sobre una superficie, el solvente se evapora dejando solo el polímero intercalado con gotas de agua. Finalmente el agua se evapora dejando espacios vacíos de aire.
La regulación del porcentaje de agua en la mezcla permite un control preciso del tamaño y la densidad de los huecos de aire, para que puedan ajustarse para maximizar el reflejo de la energía solar.
Además, los huecos de tamaño micrométrico dan al revestimiento una emisividad térmica similar a la de un cuerpo negro, que es un radiador de calor perfecto. Esta alta emisividad térmica del revestimiento de polímero se puede utilizar para enfriar objetos ya calientes.
Aunque el recubrimiento de polímero funciona mejor cuando es blanco, optimizando la reflectividad, los investigadores también pudieron demostrar los beneficios de la pintura cuando se tiñe en amarillo y azul. Con recubrimientos de colores puedes obtener hasta 10 grados menos.