Adorado Niño Jesús. En vista de que no fui mejor persona este año (prueba de ello es que jamás tuve la paciencia para aguantar más de 20 segundos de Mundos opuestos, y seguí viendo los partidos de eliminatorias con el radio prendido porque no aguanto a ningún narrador de televisión) quiero escribirte, con el mismo fervor que RCN tiene por las ideas de Fernando Gaitán, pidiéndote algunos regalos para esta Navidad, que no serán para mí, divino niño, sino para aquellos que de verdad lo merecen. Mi lista es, como tú, pequeña pero justa:
A Diva Jessurum y a la Negra Candela, niño Jesús, las principales “periodistas” de El lavadero y de La red, dales por favor una suscripción a televisión por cable, para que vean el canal E! y entiendan cómo se hacen programas de farándula y chismes entretenidos, amenos y bien producidos. Ah, y no olvides encimarles un diccionario, para que puedan entender los chistes de Joan Rivers en Fashion pólice.
A los productores de los canales de este país, venerado infante, regálales una pizca de sentido común, del que no tienen nada, a ver si algún día comprenden que el formato de Gran hermano no funciona en Colombia. Que a la gente de este país no le importa la convivencia. Lo que quieren es ver modelos en ropa interior, con cualquier excusa: diciendo que quieren ser actores, o que son cavernícolas, o que viven en el futuro.
A los reencauchados del Noticiero NP&, dales por favor, como a Pinocho, la oportunidad de convertirse en personas de carne y hueso, para que dejen de confundirlos con un programa infantil y pueda tener el éxito que se merece el único programa de humor político al aire.
A Luis Carlos Vélez, Dios en pañales (te hablo a ti, no a él, niño Jesús, su ego hace necesaria la aclaración) regálale una fábrica de gel para el pelo, porque usando un frasco cada vez que va a salir al aire, no hay sueldo por grande que sea, que aguante.
Alarga, niño Jesús, la existencia por varias temporadas más de programas como The big bang theory, How I met your mother o Modern family, pues nuestros canales privados parecen incapaces de crear comedias que no sean telenovelas donde se burlen de los pobres o de las idiosincrasias regionales.
Permítele a Colombia, niño Jesús, la llegada a sus pantallas de más programas que se parezcan a La voz Colombia, donde felizmente se fijan más en el talento que en las medidas de sus participantes.
Como dice la novena, Divino Niño, espero que acojáis y despachéis estas súplicas, pues con esos regalos ajenos, también me harías muy feliz.
Publicado originalmente en Revista ÚNETE N°64
Para mí nada, niño Jesús originalmente publicado en www.ochoymedio.info/blog en Dec 18, 2012.