"Para obtener el éxito verdadero hágase estas cuatro preguntas: ¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Por qué no yo? ¿Por qué no ahora?".

(FLASHBACK DICIEMBRE 2009) Autor: James Allen. Un significativo número de las frases que ocupan espacio en este blog, tienen como objetivo conseguir hacernos entender de una vez, que la posibilidad de obtener logros en la vida depende en una buena parte de nosotros y de la actitud con la cual afrontemos cada reto.
Si preferimos evadir la responsabilidad y la autonomía sobre lo que nos acontece, siempre podemos imputar a las 'pobres y penosas circunstancias que nos rodean' la imposibilidad de superar situaciones, pero lo fundamental que hará posible, si no queremos engañarnos, que cualquier proyecto que nos propngamos culmine, será nuestra determinación para sacarlo adelante cueste lo que cueste (esfuerzo, sudor, sacrifico, trabajo, privación...)
Muchas veces nos enredamos en cuestiones supérfluas; en alrededores absurdos y dinámicas inconvenientes, que nos lastran y nos hacen diferir el impulso definitivo para empezar. No pretendo hacer un alegato contra la reflexión o contra la conveniente preparación detallada de cada tarea, pero lo que si entiendo, es que a veces utilizamos esto como una vulgar coartada para no adoptar una decisión y empezar a ir !YA¡ a por lo que queremos lograr.
Volviendo a la frase de cabecera: ¿Por qué? pues porque si, porque ya toca, porque lo has soñado mucho tiempo, porque la vida pasa de largo y lo tienes que hacer. ¿Por qué no? No hay razones, si prescindes de buscarlas intentando darte excusas para no ir a por ello. Se positivo y piensa que aún siendo difícil lo que pretendes, nunca lo será tanto como millones de otros sueños alcanzados. ¿Por qué no yo? Claro. Eres el más indicado o ¿acaso piensas que otros lo harían mejor? ¿Por qué no ahora? porque como no lo hagas ahora, mañana será irremediablemente tarde. No dilates el comienzo hasta que todo encaje con una perfección sublime. Simplemente empieza y las dificultades las irás resolviendo en el camino.
Reflexión final: La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas. (Earl Gray Stevens)
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