PARA PENSAR
Hola muy buen día…
En muchas ocasiones, escucho en la calle, en el lugar de trabajo o aun en mi propia familia comentarios acerca de la vida cristiana o espiritualidad, En una de esas ocasiones pasaba un joven muy bien vestido, con la Biblia en la mano, y una gran sonrisa que iluminaba su rostro y una de las personas que estaban conmigo lo miro y se sonrió burlonamente, y dijo. “Mírenlo, que pesar, después de ser mujeriego, toma trago, y en ocasiones quedaba tendido en las esquinas de la borrachera y hasta llego a golpear a la mujer, irresponsable, ahora anda de santo con la Biblia en la mano, y predicando de amor, fe, y salvación, en ese lugar le hicieron el “lavado de cerebro.”,
Karl Marx Filosofo Alemán del siglo XIX, dijo en algún momento “la religión es el opio del pueblo”; no entiendo mucho esta filosofía, pero miramos con escepticismo y hasta con lastima a las personas que de cualquier manera han hecho un cambio en su vida, cambio que les ha significado recuperar su hogar, su trabajo y hasta su salud, mientras nos quebramos la cabeza y nos estresamos por los asares del día a día, el trabajo, nuestra sociedad y nuestros hijos, pero paradójicamente ellos son los “pobrecitos”,
Me sonreí y pensé, Si una iglesia, o congregación, logran que de esos dos lobos que todos tenemos por dentro salga el que es amable, amoroso, respetuoso, responsable, entonces necesitamos más iglesia o congregaciones como esa, y desafortunadamente la naturaleza humana prefiere más centros de reclusión, que centros de adoración, tengamos en cuenta que si logramos que una persona (que roba, asesina etc.) Ame, sirva, y honre, a un ser que no ve, pero por fe sabemos que existe y que está por sobre todas las cosas, esa persona no le resultara difícil amar, servir, respetar y honrar a los demás, y será un delincuente menos con quien luchar.
¿La Biblia dice “Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? “Mateo 7:3, y científicamente hablando el ojo nunca puede mirar hacia adentro, de manera que mejor busquemos la manera o el lugar de alimentar el buen lobo que tenemos dentro y a lo mejor conocemos ese ser que nos ilumina el rostro y nos da la felicidad sin importar qué. ¡DIOS!
Bendiciones.
Karis.