¿Para qué carajo sirve el Tribunal de Cuentas?

Publicado el 26 mayo 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

No terminamos con las sorpresas. Y parece que cada día que nos levantamos, el Partido Popular con sus aliados –la Iglesia o la CEOE— no dejan de asombrarnos.

Ahora resulta que se ha descubierto que desde 1999 a 2006 el PP ha pagado a Blesa --entonces presidente de Caja Madrid, y hoy responsable de su hundimiento e imputado que ya ha pasado un día en la cárcel— la exigua cantidad de 700.000 euros (unos 117 millones de las antiguas pesetas). Una pequeñez más, una travesura más de este partido que es todo limpieza y transparencia.

Y miren ustedes, resulta que según el PP es un error contable, un error informático. Ellos no han pagado y Blesa, el noble Blesa no ha cobrado. Y yo, que como todo el mundo sabe, soy un pobre infeliz me lo creo. O sea le han soltado una media de 8,500 euros al mes durante siete años (vamos lo que viene a ser 12 veces el salario mínimo). Estoy seguro que, como somos unos cotillas y unos tremendistas, nos gustaría saber a cambio de qué. Porque es de suponer que esas minucias no se regalan sólo porque sí.

Por cierto, desde 2003, la legislación no permitía que los presidentes de entidades de las Cajas percibieran más de un salario. Pues sumen a su millonario sueldo como presidente, lo que le pagaba el PP y los distintas retribuciones que percibía por pertenecer a varios consejos de administración, y que me digan porque este individuo y sus compinches han actuado ilegalmente sin que nadie haya dicho nada.

Pero independientemente de esta niñería, me gustaría saber cómo es posible que el Tribunal de Cuentas haya aprobado estos sorprendentes balances. Y es que aún suponiendo, que es mucho suponer, que sea verdad la versión del PP, por la que dice que es un error, es intolerable que un ente cuya misión es controlar las cuentas de los Partidos Políticos no sea capaz de descubrir este agujerillo, durante siete años.

Y aquí no hay nada más que dos caminos, o el Tribunal de Cuentas no se entera, o se lo ha pasado por alto a conciencia. ¿Cuál será la opción correcta? Que cada uno opine. Basta decir que el Tribunal de Cuentas lo componen miembros de los partidos políticos, doce en total, seis nombrados por el congreso de diputados y seis por el senado. Hoy lo forman, ocho miembros elegidos por el PP y cuatro por el PSOE. Por cierto este ente tiene un retraso de cinco años en la revisión de las cuentas, por lo que a pesar de que descubran algún chanchullo, éste habría ya prescrito (a los cuatro años).

Vistos estos antecedentes, debemos estar de acuerdo en que este órgano es absolutamente inútil, si continúa en las mismas condiciones, primero porque si descubriera algo anormal habría prescrito, debido a ese ritmo de tortuga que lleva, y segundo porque un caso tan claro como el de Blesa no lo ha descubierto (¿qué clase de control hace esta gente?) o lo han pasado por alto, de forma consciente.

Y a todo esto el PP, cuando se le piden cuentas, no hace sino citar que éstas están auditadas por dicho Tribunal. Pues menuda excusa, después de haber descubierto cómo trabajan.

El Tribunal de Cuentas no tiene sentido si no cambia su elección (miembros ajenos a los partidos) y sigue actuando con tanto retraso. De seguir así sería mejor que desapareciera, que algo nos ahorraremos.

Ya está bien de instituciones inútiles, a donde van elefantes a terminar sus días políticos, como premio a la fidelidad que han tenido al partido que los nombra. Y no sólo me refiero al Tribunal de Cuentas. Es necesario una reforma de la Administración, si de verdad se cree en la Democracia. Porque no sólo es cuestión de que se gasta mucho, sino que además se gasta mal y mantiene entes absolutamente inútiles que no son sino agencias de colocación de alto nivel de los grandes partidos. Gasto mínimo y eficacia democrática deben ir unidos y dejar el amiguismo y las relaciones interesadas fuera de juego, salvo que queramos seguir viviendo con una democracia deficiente.

Salud y República