Para que el Brindis No Se Te Suba a la Cabeza (I)

Por Aranchawp @MeigayCaldero
¿Qué sería de una boda sin un brindis? Es, junto con la entrada de los novios en el salón y el corte de la tarta, uno de los momentos más emotivos del banquete. Y, como parte importante de la boda, hay que tener en cuenta algunas consideraciones para que sea perfecto. Como el tema da para llenar más de una copa, el post estará dividido en dos partes (hummm, qué raro, ¿verdad?).
Aquí comienza la primera parte:
Qué es un brindis
Todos sabemos qué es brindar: levantar la copa en honor de alguien o para celebrar algún acontecimiento especial. Pues bien, en el caso de la boda, es el momento del banquete en el que, alguien cercano a los novios, ofrece un pequeño discurso para desear felicidad a la pareja que concluye al levantar su copa para brindar por ellos y por la boda. 
Tras el discurso y el brindis, los invitados también levantan sus copas por el nuevo matrimonio y por lo que se ha expresado en el discurso.
Y qué no lo es...
Un brindis de boda, como tal, son unas palabras en honor a los novios, llenas de significado... por lo que los "qué vivan los novios", "qué se besen (con o sin lengua)", "que se besen los padrinos (con o sin apéndice lingual incluido)" y otras frases similares no son brindis, por mucho que se acompañen con una copa levantada. Eso son exaltaciones etílicas.
Cómo se hace
La persona que hace el brindis por los novios debe estructurarlo en: 
saludo y presentación - palabras a los novios - brindis 

El saludo y la presentación son imprescindibles, porque seguramente no todos los invitados conocen al orador.

El discurso propiamente dicho debe ser breve (2-5 minutos máximo), emotivo y adecuado. Se debe preparar con antelación y, por supuesto, se tiene que ensayar concienzudamente, no es el momento de improvisar. Comenzar con humor es siempre un acierto, despertará la atención en el auditorio y lo predispondrá favorablemente a lo que se diga después. Los sentimientos también deben estar presentes en las palabras en honor a los novios, es una boda, no la cena de Navidad de la empresa. Lo ideal es memorizar las palabras, si no es posible, la mejor ayuda es prepararse unas tarjetitas (numeradas y ordenadas, por favor) que funcionen como chuleta.
Durante el discurso, el orador debe tener la copa en la mano derecha, aunque no levantada, eso queda para el final. Y no debe soltarla mientras habla, salvo que tenga que utilizar un micrófono.
A la hora de brindis, debe levantar la copa hasta la altura de los ojos-nariz, girando el cuerpo hacia los novios. Se suelen decir frases como éstas: "Brindo por los novios y por una vida en común llena de felicidad", "brindemos por Ana y Rodrigo", "levantemos nuestras copas por Marta y Andrés y un matrimonio que seguro será muy feliz", etc.
La persona que hace el brindis debe estar de pie.
Para conseguir que los invitados os presten atención, os aconsejo que no golpeéis una cucharilla contra la copa (si podéis evitarlo). Una forma fácil de llamar la atención es un cambio de música (silencio, cambio de volumen...) o de luz (una luz sobre el orador, se baja o se sube la intensidad...).
Y, por supuesto, dos complementos imprescindibles para quien hace un brindis: sonrisa y sinceridad.
Y, ¿cuándo?
El momento ideal es cuando se sirven los postres y el cava. Os sugiero que los brindis comiencen después de haber cortado la tarta, si es que la habéis elegido como postre. Como el momento tarta es uno de los más esperados, los invitados no prestarán mucha atención a los discursos. 
Si va a haber brindis, se debe avisar a la wedding planner o al maitre del salón, para que puedan tenerlos previstos (tiempo, sonido, iluminación, aviso a los camareros para que llenen las copas de novios, orador e invitados antes del brindis, etc.).
Si os apetece brindar al entrar en el salón de banquetes, os aconsejo que no olvidéis algo importante, los invitados también deben brindar, por lo que tendrán que tener copas llenas para hacerlo. En muchos salones se ofrecen dos copas de cava a los novios para que brinden entre ellos cuando llegan al salón, sin tener en cuenta, que es una falta de cortesía el que no puedan corresponderles los invitados al no tener con qué hacerlo.
Y hasta aquí llega la primera parte del post. En la segunda parte nos centraremos en las personas: quién lo ofrece, qué deben hacer los novios y cómo deben actuar los invitados.
To be continued...