El salón Pemán de Cajasol, en la plaza de San Antonio de Cádiz, estuvo muy animado. Había personas, con una sonrisa especial, que delataban su condición de trasplantados. Y había familiares, médicos y colaboradores que demostraban que la exposición y la presencia de los interesados en la donación de órganos, era el objetivo fundamental. Sin una respuesta positiva en este aspecto, no es posible conseguir que la vida continúe en tantos enfermos con algún órgano deficiente o inactivo.
Afortunadamente, España sigue estando a la cabeza de los donantes de órganos en el mundo. Este año se cumplen los veinte años de la creación de la Unidad de trasplantados de corazón en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Durante ellos se han trasplantado de corazón unas 384 personas, que gracias a la generosidad de otros tantos donantes en vida, cedieron sus órganos cuando ya no lo necesitaran.
La falta de información es el verdadero problema en las listas de espera. Crear conciencia y eliminar tabúes resulta complicado debido al gran caudal de información al que estamos expuestos. Para ello, la obra social de “Estudio Buenavista” ha convocado a profesionales del diseño gráfico que, sin dudarlo un solo instante, pusieron a funcionar sus habilidades codificando mensajes certeros para lograr una respuesta emocional entre el público.
El que los órganos, tejidos y células de una persona puedan pasar a otra, para sustituirle un órgano dañado o debilitado y poder seguir viviendo, es un complejo y difícil prodigio al que ya estamos acostumbrados. Raro es el día que no nos llega un nuevo tipo de trasplante y, cada vez, más admirable. Pero los continuos trasplantes de órganos que se vienen haciendo en todo el mundo es ya habitual en nuestra sociedad actual. Entrañan dos hechos admirables que nunca serán suficientemente agradecidos, porque equivalen al prodigio de dar vida: por un lado, los donantes que han tenido la generosidad de ceder sus órganos cuando ya no lo necesitan; por otro, los expertos equipos médicos que meticulosamente realizan el prodigio del trasplante, cada vez más corriente y aceptado en nuestra vida.
Un número incalculable de personas se mueven, trabajan y viven en nuestro entorno gracias a un donante anónimo que tuvo el espléndido rumbo de regalar sus órganos. Para que el proyecto continúe y siga creando conciencia sobre la necesidad de donaciones de órganos en otras ciudades, se cuenta, además, con la colaboración de la Obra Social de Cajasol en Sevilla, Cádiz, Huelva y Jerez, donde se trasladará en próximas fechas esta exposición sin precedentes en Andalucía.
JUAN LEIVA