¿Para qué sirve el PSOE?

Publicado el 08 julio 2014 por Vigilis @vigilis
No pude ver por completo la cosa esa que hicieron en la Pesoe. Me subía tanto el azúcar que me estaba transformando en el malo final de los Cazafantasmas 1. Agredido por la moda absurda de las camisas remangadas y abofeteado por el melifluo bálsamo diletante de la monótona sucesión de lugares comunes en que se ha convertido el largo y soporífero funeral de ese partido, me negué a seguir prestando atención.

Wee.

Es ya un clásico de nuestra política la idea de que este país "necesita" un PSOE sensato o un PSOE fuerte. Parece que es algo "serio" y "responsable" asumir la necesidad de la existencia de ese PSOE metafísico que se supone aglutinará a buena parte del electorado y dará estabilidad al país. Al fin y al cabo, aunque sea por inercia, el PSOE es partido de régimen como el PP y los dos son los únicos que por su presencia en toda España, por la experiencia de sus cohortes y por su grado de profesionalización son los únicos que pueden impedir que el sistema se vaya por la alcantarilla.
Este PSOE metafísico, ideal o imaginado responde a la idea de la estabilidad del país, de la seriedad en los asuntos públicos, de la nostalgia de los pactos de la Moncloa. En definitiva, responde a una necesidad creada sobre un mapa de coordenadas... que no existe. Se entiende que a los más conservadores les interese mantener al PSOE conectado a la respiración artificial. Para ellos, la imagen del PSOE es necesaria para que la gente no opte por opciones políticas de botarates, zascandiles, adolescentes y soplagaitas. Cualquier adulto es capaz de ver que "a la izquierda" (?) del PSOE está el abismo, los dragones de los viejos mapas, el horizonte de sucesos, las fauces de Cthulhu. De ahí que resucitar al PSOE sea una idea políticamente conservadora. Me recuerda a la idea del Congreso de Viena de 1815: que todo vuelva a ser como antes, es necesario que las cosas no cambien, más vale malo conocido que peor por conocer, etc.

Típico militante del PSOE.

Sin embargo la realidad es puñetera. Tener dos partidos turnistas cuyas diferencias sólo se aprecien en los puntos menos relevantes (relaciones con la Santa Sede), en temas de carácter cualitativo (aborto) o en debates aplazables (monarquía) es lo mismo que tener uno. En esta casa no cabe tanta gente para representar exactamente lo mismo, por mucho que los expertos en marketing se esfuercen en acentuar las diferencias.
Si uno va al debate de fondo, a la motivación política última de los programas de gobierno, a la idea de país, se encuentra con lo mismo. Las medidas de ajuste económico recomendadas por instituciones llenas de herejes fueron comenzadas por un gobierno socialista y son continuadas por uno popular. La introducción de la responsabilidad fiscal en la Constitución fue aprobada sin debate por los dos partidos. Los buses siguen saliendo más o menos a su hora gobierne quien gobierne y los pensionistas, reclusos y amas de casa continúan con sus horarios sin sorpresas. Entonces ¿para qué sirve el PSOE?

¿Qué idea de España aporta el PSOE que le pueda interesar a alguien? Vista la rotura del partido en Cataluña, ya ni tienen una alternativa en este sentido. El PSOE es hoy el partido-régimen andaluz que tiene la suerte de que Andalucía sea una comunidad muy poblada. Y ni siquiera son mayoritarios por allá. ¿Por qué existir como opción política cuando no aportan una política diferente en lo sustancial de la que defiende el PP?
La carrera por la secretaría general refleja muy bien esta situación. ¿Qué programas defienden los candidatos? Bien sé que se trata de una elección interna del partido y que por lo tanto lo que debe primar es hablar del partido en clave interna. Pero no podemos ignorar que el líder del partido suele ser el líder del equipo que se presenta a las elecciones, ¿dónde está el contenido político, las propuestas, la alternativa, la novedad, las soluciones para los graves problemas del país? Nadie lo sabe.
No es que el PP esté en una mejor situación, pero al menos ellos se pueden permitir no proponer nada: parten del poder institucional y se encargan de pagar la jubilación a sus votantes. Si la economía mejora y los pepitos comienzan a tener un pequeño superavit para salir una semana de vacaciones a la playa, ya lo tienen hecho. A poco que logren convencer a los incautos de que no han estado los últimos 20 años practicando el tráfico de influencias, aceptando sobornos y financiándose de forma irregular, ya han salvado el día.

Programa electoral del PP.

No tengo ni idea, pero diría que el PSOE ha caído en la trampa de ver demasiado la tele. Se han creído que la demanda electoral se centra sobre las formas políticas y por eso ponen el acento en el debate, el aforamiento, las normas electorales, la participación, la financiación de partidos, etc. Lo que los blandengues llaman "abrir el partido a la sociedad". ¿Qué diablos es eso?
Todo eso no vale de nada si detrás no hay un edificio de ideas que defender. A mí no me importa que un partido sea tan cerrado que tome sus decisiones en una batcueva las noches de solsticio con su ejecutiva disfrazada de nazarenos, si después aportan ideas y soluciones que pueden funcionar. Y mucho me temo que estas soluciones no aparecerán en el corto plazo. Desde luego que del PSOE no espero que vengan: la razón de ser de los partidos socialdemócratas ya no existe en Europa.
Un paseo por el antiliberalismo, segunda parte:

(Aquí podéis ver la primera parte).