La verdad es que hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien viendo una entrevista de mi adorado patafísico Fernando Arrabal, y nada menos que un mano a mano con la surcoreana Usun Yoon, la famosa e indomable reportera del programa del indio Wyoming “El Intermedio”. Con la excusa de que se ha rescatado la obra teatral “El jardín de las delicias” (1967) de Arrabal , Usun Yoon le echó ovarios para intentar entrevistar a uno de los máximos exponentes de lo “imposible”, recordemos que en 1962 se crea el movimiento Pánico, un año después de que nuestro autor conociese a André Breton. Forman el grupo Fernando Arrabal, el francés Roland Topor (1938) y el chileno Alejandro Jodorowsky (1930), mezclando, entre otras tendencias, residuos del surrealismo con elementos dadaístas. El teatro Pánico se explica como ceremonia, ritual para contactar con una realidad superior. Aparte de todo ello, ha dirigido siete largometrajes. Ha publicado trece novelas, ocho centenares de libros de poesía, varios textos para teatro y varios ensayos entre los que destacan sus libros sobre ajedrez. Sus novelas han sido traducidas a numerosos idiomas. Su Carta al General Franco tuvo especial repercusión publicada en vida del dictador. Figuró, a la muerte de Franco, en el grupo de los cinco españoles más peligrosos con Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri La Pasionaria, Enrique Líster y Valentín González El Campesino. En este humilde blog presenté a Arrabal por medio de su obra cinematográfica “Viva La Muerte”, y hoy aquí rescato una breve reseña sobre esa obra: “El Jardín de las Delicias”
En 1967 Arrabal escribió la obra de teatro "El jardín de las delicias" inspirada del famoso tríptico de El Bosco con el mismo título. Al igual que la obra bosquiana la de Arrabal se puede interpretar como una narración alegórica sobre la transformación espiritual del individuo con el deseo como la fuerza impulsora. En la primera escena vemos a Lais, una actriz bella y admirada, cantando una canción triste. Se ha retirado de la vida pública y vive ahora aislada con sus nueve ovejas y con, un "hombre-mono", Zenón, que está enamorado de ella. En una entrevista telefónica con sus admiradores Lais les cuenta su vida. Pasado y presente se entrelazan en una red complicada de diferentes episodios de su vida, que a veces provoca recuerdos angustiosos en ella. Lais pasó su infancia en un asilo católico para huérfanas donde su única amiga fue Miharca. A diferencia de Miharca Lais muestra tendencias rebeldes y no puede aceptar las normas autoritarias y moralistas del asilo por lo cual repetidas veces tiene que sufrir los castigos humillantes de las monjas. Lais sólo sueña con su libertad, y un día huye a un bosque donde encuentra al mago Teloc que la invita a viajar en el tiempo por medio de su casco mágico. En uno de estos viajes Lais ve a si misma como futura actriz. La obra culmina en el acto segundo con un conflicto violento entre Lais y Miharca, quien entretanto ha tenido una relación con Teloc. En un estado de locura Miharca viene a matarla. Lais se salva en el último momento y mata a Miharca con un gigantesco cuchillo. Al final Lais y Zenón se unen en un huevo. Ella le ofrece su alma que se encuentra en un tarro de mermelada. Después de comer el contenido Zenón se humaniza mientras Lais adquiere rasgos animales. El escenario se presenta como un laberinto, que en la alquimia es un símbolo del penoso viaje del ser humano hacia su propio centro. La melancolía de Lais es "la prima materia", es decir la sustancia básica y necesaria para que el proceso se pueda iniciar. El Yo necesita encontrar el origen del trastorno y ver lo que hay detrás de él. En Lais se manifiesta como una burbuja que oscila entre su cerebro y su corazón. La burbuja es una señal del Mercurio fugaz que tiene que fijarse al Sulfurio quemante. El Sulfurio y el Mercurio representan dos aspectos dialecticamente relacionados de la Piedra Filosofal; y corresponden a la conciencia y la subconciencia de la Psique humana. Las frustraciones de Lais se basan en el problema que Jung llamó "PERSONA", es decir el papel o la máscara detrás de la cual se esconde el ser verdadero del individuo y que suele tener su origen en la educación infantil. Se puede decir que es un compromiso entre el yo y las normas de la sociedad. Por ejemplo las nueve ovejas de Lais simbolizan la pureza y la virginidad que Lais quiere aparentar. Para liberar su Psique de la falsa envoltura de Persona Lais tiene que volver a vivir su infancia traumática en el asilo.
Los tres personajes que la rodean se pueden ver como personificaciones de diferentes aspectos de la Psique de Lais, como actores de su drama interior. En sus distintas vestimentas de mago, futbolista, juez y verdugo Teloc se puede interpretar como la figura de ANIMUS o seapapel que el cuchillo en la obra de Arrabal. El cuchillo es un símbolo de la muerte que aquí significa el fin del proceso antes de la resurrección. Las torturas que sufren los personajes son por consiguiente los ritos de purificación necesarios para alcanzar la Piedra Filosofal. El tríptico de El Bosco tiene un carácter cíclico. El proceso termina donde empezó en el panel izquierdo con Cristo como símbolo de la unión divina. En la alquimia Cristo es un símbolo frecuente de la Piedra Filosofal que es una imagen de la Totalidad de la psique humana, donde todos los opuestos están unidos, y como tal es el ideal supremo del desarrollo espiritual del ser humano. Tanto en la obra de Arrabal como en la de El Bosco hay una crítica disimulada de la religión dogmática que no evoca la sabiduría del individuo sino lo llena de complejos de culpa o vergüenza por ser quien es: un ser con cualidades espirituales y animales. Arrabal escribió "El jardín de las delicias" poco después de salir de la cárcel. Le tocó pasar un mes en uno de los calabozos del franquismo por haber dicho una blasfemia de poca importancia. El Bosco vivió en el siglo 15. y tuvo que expresarse con aún más cautela y quizás sea esta la razón por la cual su relato sobre el Jardín de las delicias se ve aún más enigmático y simbólico. Tal vez fue por eso que quiso contar la historia de la boda alquímica simulando el respeto por la fe religiosa de su época. En otro caso le pudiera haber tocado el castigo de la foguera de la Inquisición. Los artistas que exponen verdades sobre la vida extraña de la subconciencia humana han sido casi siempre perseguidos por las autoridades que no se atreven a enfrentar con sus propios monstruos interiores. El Sulfurio y el Mercurio representan dos aspectos dialecticamente relacionados de la Piedra Filosofal; y corresponden a la conciencia y la subconciencia de la Psique humana.
Las frustraciones de Lais se basan en el problema que Jung llamó "PERSONA", es decir el papel o la máscara detrás de la cual se esconde el ser verdadero del individuo y que suele tener su origen en la educación infantil. Se puede decir que es un compromiso entre el yo y las normas de la sociedad. Por ejemplo las nueve ovejas de Lais simbolizan la pureza y la virginidad que Lais quiere aparentar. Para liberar su Psique de la falsa envoltura de Persona Lais tiene que volver a vivir su infancia traumática en el asilo. Los tres personajes que la rodean se pueden ver como personificaciones de diferentes aspectos de la Psique de Lais, como actores de su drama interior. En sus distintas vestimentas de mago, futbolista, juez y verdugo Teloc se puede interpretar como la figura de ANIMUS o sea el elemento masculino de la sub-conciencia de la mujer y su guía espiritual. Como mago Teloc dirige la transformación espiritual de Lais dejándola ver sus capacidades artísticas de actriz. En su forma negativa el Animus puede también mostrar su crueldad si los complejos de la mujer están muy reprimidos. Teloc actúa tanto como juez y verdugo para forzar a Lais a revivir sus experiencias eróticas y los castigos humillantes que sufrió en el asilo. Como ser masculino Teloc despierta el anhelo de Lais por un hombre, dado que ella sólo ha tenido experiencias homosexuales con su amiga de la infancia. Miharca aparece como una personificación de la SOMBRA de Lais, que según Jung representa los complejos de culpa de la niñez que impiden la transformación espiritual. El reconocimiento de la Sombra implica un conflicto inevitable que en la alquimia alegórica se manifiesta simbólicamente como escenas de lucha con dragones flamígeros u otros monstruos. Aunque sumamente difícil y desagradable la Sombra se manifiesta al fin como una ayuda para el desarollo del individuo. Miharca trata a Lais con mucha crueldad para que entre en el "Jardín de las delicias" y le dice "me gustaría sacrificarme por ti".
Antes del sacrificio ritualizado hay una lucha violenta entre las dos que se representa como una dramatización de la lucha interior en Lais entre su Yo rebelde y adaptado, entre su deseo carnal y su espiritualidad. En una escena fuerte Lais y Miharca están enganchados como dos caballos y Teloc actúa como el jinete que simbólicamente trata de dirigir las pasiones opuestas en Lais. El cuchillo gigantesco es un símbolo fálico en la alquimia y el instrumento con el que el Yo tiene que eliminar sus impurezas. En Lais estas impurezas son todas las normas moralistas de su educación que la impiden aceptar su sexualidad. Después del sacrificio ritualizado de Miharca la función de Animus como guía espiritual se ha cumplido, y Lais tiene que independizarse de Teloc. El hombre-mono, Zenón, se puede interpretar como el líbido reprimido de Lais que está encerrado en una jaula. De joven el elemento masculino de la sub-conciencia de la mujer y su guía espiritual. Como mago Teloc dirige la transformación espiritual de Lais dejándola ver sus capacidades artísticas de actriz. En su forma negativa el Animus puede también mostrar su crueldad si los complejos de la mujer están muy reprimidos. Teloc actúa tanto como juez y verdugo para forzar a Lais a revivir sus experiencias eróticas y los castigos humillantes que sufrió en el asilo. Como ser masculino Teloc despierta el anhelo de Lais por un hombre, dado que ella sólo ha tenido experiencias homosexuales con su amiga de la infancia. Miharca aparece como una personificación de la SOMBRA de Lais, que según Jung representa los complejos de culpa de la niñez que impiden la transformación espiritual.
El reconocimiento de la Sombra implica un conflicto inevitable que en la alquimia alegórica se manifiesta simbólicamente como escenas de lucha con dragones flamígeros u otros monstruos. Aunque sumamente difícil y desagradable la Sombra se manifiesta al fin como una ayuda para el desarollo del individuo. Miharca trata a Lais con mucha crueldad para que entre en el "Jardín de las delicias" y le dice "me gustaría sacrificarme por ti". Antes del sacrificio ritualizado hay una lucha violenta entre las dos que se representa como una dramatización de la lucha interior en Lais entre su Yo rebelde y adaptado, entre su deseo carnal y su espiritualidad. En una escena fuerte Lais y Miharca están enganchados como dos caballos y Teloc actúa como el jinete que simbólicamente trata de dirigir las pasiones opuestas en Lais. El cuchillo gigantesco es un símbolo fálico en la alquimia y el instrumento con el que el Yo tiene que eliminar sus impurezas. En Lais estas impurezas son todas las normas moralistas de su educación que la impiden aceptar su sexualidad. Después del sacrificio ritualizado de Miharca la función de Animus como guía espiritual se ha cumplido, y Lais tiene que independizarse de Teloc. El hombre-mono, Zenón, se puede interpretar como el líbido reprimido de Lais que está encerrado en una jaula. De joven Lais rezaba a Frankenstein en vez de a Dios y lo trataba como su novio secreto, porque sólo se sentía digna para un monstruo. Ahora Zenón ha reemplazado a Frankenstein, pero Lais lo encierra porque tiene vergüenza de su deseo. Para poder unirse con ella Zenón tiene que eliminar los obstáculos y mata las nueve ovejas, es decir la simulada pureza de Lais. También la salva del cuchillo de Miharca.
A primera vista la temática del tríptico de EL BOSCO se difiere bastante de la obra de Arrabal, pero interpretado desde un punto de vista alquímico hay ciertas similitudes. Mis afirmaciones aquí corresponden a grandes rasgos a las de Linda Dixon en su trabajo "Alchemical Images in Bosch's "Garden of Delights" (Ann Arbor, Mich. ,1980). En el tablero izquierdo Adán y Eva se unen en la boda alquímica que equivale a la primera unión entre el Sulfurio y el Mercurio. Cristo se encuentra entre ellos como el factor divino y unificador. La armonía de la escena se rompe por los pequeños animales demoníacos que salen de la fuente oscura en el primer plano indicando que cada elemento en la vida contiene su opuesto también. La fuente puede verse como un presagio del Infierno en el tablero derecho y corresponde a la burbuja de Lais que insinua su malestar psíquico y las consecuencias penosas de ello. En el tablero central vemos la descendeLais rezaba a Frankenstein en vez de a Dios y lo trataba como su novio secreto, porque sólo se sentía digna para un monstruo. Ahora Zenón ha reemplazado a Frankenstein, pero Lais lo encierra porque tiene vergüenza de su deseo. Para poder unirse con ella Zenón tiene que eliminar los obstáculos y mata las nueve ovejas, es decir la simulada pureza de Lais. También la salva del cuchillo de Miharca. Al final cuando se reune con Zenón en el Huevo Filosófico, esto marca una nueva fase en su desarrollo. Cuerpo y alma, conciencia y subconciencia están unidos en una personalidad reformulada, el Rebis alquímico, y Lais puede entrar en el Jardín de las delicias. Pero ¿cuál es el significado real del jardín de las delicias? Esta obra pertenece al "teatro pánico" de Arrabal, por lo cual me permito concluir que "el jardín" es el Paraíso Pánico donde reinan lo grotesco, la fantasía y los fantasmas, y donde el orden y la perfección, la moral y la pureza se consideran valores falsos. Conforme a la filosofía pánica aquí todo lo que es humano es confusión.
Un Genio sin lugar a dudas, brillante y cautivador!!!...
MMXI = XIM+M