Había una vez una potinguera despistada que, justo antes de
un viaje de 15 días y tras haber preparado con primor todos sus tratamientos y
maquillaje, se dejó en casa su completo neceser.
La pobre incauta, cuando llegó a la primera parada de su
viaje se lamento: “¡Cómo pasar ahora una quincena sin cremas, limpiadoras ni un
triste labial?!”
…pero como no hay mal que por bien no venga, este infortunio
le permitió rescatar algún producto olvidado y volver a picar con una marca
blanca de la que estaba muy alejada por sus últimas subidas de precios.
Como habrán imaginado, la potinguera llorosa era yo.
Estábamos en Granada capital a 26 de Diciembre y se me planteaba una estancia
sin un triste desodorante que echarme a las axilas (por ir a lo más simple). Total, que decidí liarme la manta a la cabeza
y armarme un neceser de emergencia en el
Mercadona más cercano que completaría
con minitallas que tenía por el piso. Esto me ha permitido reconciliarme con
algunos productos, conocer otros nuevos y descartar alguna compra que no
recomendaría. Les doy hoy toda la información. …si quieren conocer el final del
cuento, sigan leyendo.
1. Higiene y almacenaje.
Lo primero era hacerme con algún medio de
almacenaje y transporte. Por suerte, tenían neceseres para dar y repartir en
Mercadona y escogí este, grande y con un diseño que me gusta aunque obviamente,
tiene más plástico que la cara de
Silvio Berlusconi ;) Tampoco le pedía yo
peras al olmo.
Con respecto a los productos más básicos de
higiene (geles, cepillos y otras historias cómo es lógico si tengo repartidos en
cada localidad) le fui fiel a mi desodorante
Dove, rescaté la limpiadora de
Elizabeth Arden 3-en-1 (es ligeramente exfoliante, limpiadora y supuestamente
tónico) y piqué con un monogotas para perfumarme aunque fuera humildemente.
La limpiadora me gusta muchísimo y la
recomiendo, aunque yo en casa utilizo aceite y jabón natural dentro de una
doble limpieza que me va muy bien. El
monogotas de manzana era la primera vez
que lo probaba pero me ha encantado su aroma algo dulce pero sin empalagar
(algunos otros no los aguanto).
2.
Tratamiento.
En este caso no compré más que una
hidratante que ahora les detallo y recurrí a dos tratamientos que tenía “porsiaca”
en el piso: el contorno de
Nivea, que he recordado que me gusta mucho porque es
muy, muy hidratante (pero tiene la contrapartida de que si me roza el lagrimal
o línea de agua me escuece horrores) y la minitalla de la Daywear de
Esteé
Lauder que me recuerda que cuando tenga un claro de cremas quiero comprarla en
formato normal, porque es fantástica para mi piel mixta-seca.
La hidratante que compré es de
Garnier,
concretamente dentro de la línea nueva que sacaron, la recomendada para
luminosidad y no me ha gustado nada ni me ha ido bien, por lo que se la dejé a
mi hermana para que probase ella qué tal.
3.
Maquillaje.
Tanto en esta parte como en la de brochas y
pinceles fui más gastosa: se avecinaban días de celebraciones, comidas y
fiestas varias en las que me gusta llevar por lo menos buen aspecto. Además, ya
saben que habitualmente maquillo a algunas féminas de mi familia.
Les cuento a grandes rasgos qué me han
parecido las compras…
·
La
base de maquillaje, que elegí de la línea “natural”
porque pensé que iría más con el tipo que suelo usar yo tiene un subtono
demasiado amarillento para mi gusto. Por lo demás, la cobertura es baja-media
(pero eso es de esperar por su nombre) y su duración es media. No es una mala
base, tampoco es la repanocha: para la cantidad de propuestas económicas que
hay por ahí, no la veo “competente” en este sentido.
·
El
corrector también lo elegí de la línea de los
que uso, ligero, y tampoco está mal. No es tan amarillento como la base pero se
vuelve a repetir la conclusión de esta: prefiero los de Kiko, por ejemplo.
·
Los
polvos: De los tres artículos que hemos
visto hasta ahora, lo que más me ha gustado. Son finos, matizan bien el
maquillaje y tienen un formato cómodo.
Como ven en las imágenes, también
me hice con un
colorete (bien), un lápiz
automático (muy mal: es muy claro y no
aguanta absolutamente nada en el párpado, no hablemos ya de la waterline) y la
máscara maxi – volumen que había leído buenas críticas sobre ella y me ha
parecido muy buen producto.
Para las sombras preferí no
gastar nada y hacerme con alguna de las paletas de mi hermana. Esta de
Elizabeth Arden que yo misma le regalé tiene tonos muy ponibles y pigmenta
perfectamente.
4.
Brochas.
Como les decía, también me hice con
brochas. Había leído buenas críticas de esta nueva edición y además me
inclinaba más porque están elaboradas por Novara, que es una buena
marca de
pincelería.
En general, los pinceles me han gustado y
mucho, el único “pero” que les encuentro es que para mi gusto, las indicaciones
del “para qué” son en algunos casos mejorables, les cuento…
- La de corrector la veo algo grande, sobre
todo teniendo en cuenta que sólo lo uso en el contorno de ojos. La prefiero
como brocha para base: va bien, sin problemas; reparte bien el maquillaje y no
deja rayas; es cómoda de usar.
- La de polvos: para mi gusto algo pequeña y
con las cerdas poco densas, la veo mejor para colorete. No obstante en esta
ocasión sí la usé para los polvos porque no tenía otra.
- La de colorete: Es imposible difuminar el colorete
con ella y que no quede a “parches”. Tiene las cerdas demasiado juntas y
abundantes para este menester. Sin embargo, es una buena brocha para extender
la base también.
- La de maquillaje tipo mofeta la usé para el
rubor, al menos esta lo trabaja y difumina mejor.
- Las brochas de ojos no están mal, tanto la de
sombra como la de delinear desempeñan sus funciones bien.
Conclusiones…
Como ya habrán leído, hay productos con los que repetiré y
otros que quedarán en el recuerdo. En líneas generales… Me ha gustado mucho
descubrir el monogotas de manzana, la máscara de pestañas y alguna brocha. No
obstante, no me bajo del burro: Mercadona debería bajar sus precios si quiere
ser competitiva en perfumería.
¿Han probado alguna de estas cositas?¿Coinciden en la opinión?
BESOS!