Artículo escrito por Guillermo Fernández:
El Real Madrid se impuso al Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu por 2-0 en un encuentro que duró exactamente once minutos.
De entrada, la sorpresa de la inclusión del canterano Morata en el equipo titular del Real Madrid daba esperanzas a la afición de divertirse en un encuentro que, a priori, no tenía excesiva importancia ni motivación. La ilusión de ver a un canterano sobre el césped del Santiago Bernabéu tras unos últimos años de pocas alegrías en ese sentido era motivo suficiente para generar expectación en el coliseo blanco.
Pues bien, con un Rayo temerario y un Real Madrid con Morata, a los tres minutos comenzó el idilio del público con el chaval. El equipo de Paco Jémez, en su intención de arriesgar a pesar de las consecuencias, perdió un balón en la salida y el Madrid les mató a la contra. Kaká condujo, Özil diseñó y Morata remató para poner el primer gol de la noche. Ni las mejores apuestas deportivas del canterano hubieran soñado un inicio así. Tras el gol blanco el ‘Chori’ Domínguez disparó en un amago de reacción rayista, pero fue Ramos el que volvió a golpear previa asistencia de Özil estableciendo el 2-0 en el electrónico. Todo apuntaba a que la noche iba a ser idílica para los de Mourinho. Se enfrentaban a un equipo valiente, abierto e inferior. Con estos alicientes, cada robo madridista se convertía en ocasión de gol. Hasta que llegó Paradas. El colegiado expulsó a Sergio Ramos por doble amonestación en el minuto diecisiete. Si tienen la oportunidad de ver la primera no se la pierdan. Tremendo.