Durante nuestras últimas vacaciones pasamos un mes entero de ciudad en ciudad y tuvimos ocasión de pernoctar en alojamientos de lo más variado, que incluyeron hoteles de dos, tres y cuatro estrellas y un par de apartamentos. Ambos coincidimos en que si tuviésemos que quedarnos con uno, lo haríamos con el que elegimos para nuestra estancia en Budapest: Paradise Apartments.
Dejamos esta reserva casi para lo último, ya que estábamos indecisos… ¿ahorrar al máximo y escoger una de las opciones más económicas o gastar un poco más y disfrutar de más comodidades durante nuestra estancia? Los precios eran baratísimos, tanto que hubiéramos podido reservar una habitación doble por 11 euros la noche y las tarifas más elevadas no superaban los 60 euros por noche para la doble. Esto, teniendo en cuenta que era navidad, nos parecía estupendo.
Por otro lado, nuestra estancia en Budapest del 23 al 26 de diciembre, coincidía con nochebuena así que no nos vendría mal buscar un sitio donde pudiésemos cocinar, por lo menos para cenar esa noche y ahorrar algo en comidas el resto de los días. Localizamos un par de apartamentos y cuando ya íbamos a decidirnos por uno de ellos, el buscador nos devolvió un resultado que no aparecía antes: Paradise Apartments. Echamos un vistazo y sin dudarlo, reservamos ¡era justo lo que necesitábamos!
Era tan perfecto que incluso estábamos seguros de que algo malo tendrían que tener: en pleno barrio judío, por menos de 30 euros la noche, apartamento de un dormitorio con baño, aseo, cocina, salón y terraza. Además, incluía lavadora y calefacción individual, que era algo que nos preocupaba bastante ya que temíamos el frío en Hungría en esas fechas.
Reservamos, nos enviaron la confirmación y a los pocos días recibimos un email preguntándonos por la hora de llegada. La recepción no está abierta 24 horas y sólo están allí hasta las seis de la tarde, para llegadas fuera de esa hora hay que avisar. Nuestro vuelo llegaba antes de las 6 así que no había problema y así se lo hicimos saber, aunque llevábamos un número de teléfono para avisar por si el vuelo tenía algún retraso.
Los apartamentos se encuentran en el barrio judío, muy cerca de la Sinagoga Dohány Utcai, en el distrito 7. No se trata de una única estructura sino de diferentes apartamentos en un par de edificios. La recepción se encuentra en la primera planta de uno de ellos y allí nos estaban esperando. Nos acompañaron hasta el apartamento, nos ofrecieron un mapa, algo de información turística y además, pudimos pagar en euros. El apartamento era tal y como habíamos visto en las fotos, sin sorpresas de última hora. Algo importante es que aunque se encuentran en una calle donde hay unos cuantos bares y restaurantes, ni un mínimo ruido llega al interior del edificio, mucho menos a los apartamentos.
El salón es amplio, con un sofá de tres plazas muy cómodo, una mesa de centro y televisión por cable con dvd y reproductor musical. La cocina abierta al salón, totalmente equipada con microondas, frigorífico, tetera, cafetera, tostadora y horno. Echamos de menos una sarten, pero se lo dijimos y al momento nos dieron un wok y una sarten que nos vino fenomenal durante la estancia, con los que preparamos una buena cena de nochebuena. Una mesa con cuatro sillas completan la zona de estar-comedor y cocina.
Junto a la entrada del apartamento hay un pequeño aseo, pero además hay un baño completo con bañera (excelente presión y temperatura del agua), wc y lavadora. Hay un tendedero portatil para la ropa y un toallero eléctrico. Ofrecen un juego de toallas y ropa de cama.
En la habitación hay suficiente espacio para almacenaje, con un armario y una cajonera grande. Dos mesillas y las camas con nórdicos, que parecían finos a simple vista pero abrigaban muchísimo. Además, la temperatura en el apartamento era muy buena, pudiendo regularse desde el interior. Si hay que poner alguna pega, podríamos decir que las almohadas son muy finas para nuestro gusto, pero poco más.
Y por último, una estupenda terraza que por las fechas en que estuvimos no utilizamos demasiado, pero seguramente cuando las temperaturas sean más agradables, será un excelente lugar donde descansar al final de un largo día visitando la ciudad.
Hay wi-fi gratis y la señal es muy buena en todo el apartamento. El día de salida hay que dejar el apartamento a las once, pero es posible dejar las maletas en recepción.