Después de La tormenta de arena del último disco de Dorian llega Paraísos artificiales, ahora ya sólo nos queda el último capítulo. Cuando las cosas van mal, suelen ir a peor pero siempre nos queda una milésima de esperanza, algo que hace que vuelvas a confiar aún presintiendo que te volverá a doler. De hecho cada vez te duele más que la anterior, pero como en las tormentas, después de la tempestad, siempre llega la calma. ¿Acabará bien o mal?, ¿ pero qué es que algo acabe bien si todo es relativo, si todo depende del cristal con que se mire? Esperaremos. Y punto.
Después de La tormenta de arena del último disco de Dorian llega Paraísos artificiales, ahora ya sólo nos queda el último capítulo. Cuando las cosas van mal, suelen ir a peor pero siempre nos queda una milésima de esperanza, algo que hace que vuelvas a confiar aún presintiendo que te volverá a doler. De hecho cada vez te duele más que la anterior, pero como en las tormentas, después de la tempestad, siempre llega la calma. ¿Acabará bien o mal?, ¿ pero qué es que algo acabe bien si todo es relativo, si todo depende del cristal con que se mire? Esperaremos. Y punto.