Paranoia

Publicado el 09 mayo 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de Franck Thilliez.

Título: ParanoiaAutor: Franck ThilliezEditorial: Destino, 2105Páginas: 496.
Resumen Oficial.
Ilan sigue sin recuperase de la pérdida de sus padres, fallecidos en extrañas circunstancias. Una mañana reaparece en París Chloé, su expareja, quien le propone embarcarse en una aventura a la que no podrá negarse. 
Nueve personas encerradas en un antiguo complejo psiquiátrico aislado en plena montaña. De repente, una a una empiezan a desaparecer. Encuentran un primer cuerpo. Asesinado. Se desata la Paranoia.
Impresión personal.
Después de leer este libro lo tengo claro: a Thilliez le encantan las personas desequilibradas y no tiene bastante con los desequilibrios mentales de Sharko y Lucie (que no son pocos) y nos mete en un psiquiátrico abandonado donde "cristo perdió el mechero", con un frío que pela y unas montañas que hacen un perfecto muro con el resto de mundo. No hay duda, intenta que acabemos todos pirados, atiborrados de calmantes o con las uñas en carne viva. Yo, de momento, he perjudicado a mis uñas y mi almohada nocturna ha pagado alguna consecuencia durante y después de la lectura de esta novela. 
Es difícil hacer una reseña de esta novela porque no quiero desvelaros nada de lo que tenéis que descubrir por vosotros mismos y cualquier detalle que alguien os cuente puede fastidiaros una de las mejores novelas que seguro que voy a leer este año. Si encima sois torpones como yo en esto de desentrañar misterios ocultos entre las líneas de un libro, pues llegáis al final y os quedáis "patititesos" como me ha pasado a mi. Pero ... ¡qué momento ese! Esa boca abierta, esos ojos desorbitados y ese pensar "¿pero como no me he dado cuenta? Pues claro...."
Sólo con lo dicho, ya podéis imaginar que me ha encantado Paranoia y que, de nuevo, Thilliez me ha sorprendido con este genial thriller psicológico, un thriller que, incluso, se puede aproximar, en ocasiones, al género del terror. Y es que por el escenario, la ambientación, los personajes y la trama en su conjunto, el autor consigue confundirnos, desorientarnos, pasar momentos de verdadero miedo y frío físico y mental, aparte de la tensión continua que supone estar todo el tiempo preguntándote que pasará a continuación. Su manera de escribir clara y cercana, incluso cuando trata cuestiones médicas o científicas, unido a unos capítulos moderadamente cortos, provoca que no puedas soltar el libro y que quieras saber un paso más cada vez que acabas un capítulo. Además te va desmontando cada teoría que vas teniendo y te obliga a cambiar de teoría, de sospechoso y de sus posibles motivaciones.
La novela consta de dos tramas. Una primera que se nos presenta al inicio en que el que se descubren ocho cadáveres que, supuestamente, han sido asesinados por el único superviviente, que no recuerda nada de lo que ha pasado y que está en estado de shock. Y, una segunda, en la que conocemos a Ilan Tresserres, un joven que intenta curarse de su adicción a los juegos en la  red y recuperarse del duro golpe que ha supuesto la muerte de sus padres de un modo aún no determinado. También conocemos a su exnovia, Chloé, otra adicta a los juegos de internet que vuelve a meter a Ilan en el juego y le convence para que continúen la búsqueda del tesoro de un juego de rol denominado Paranoia, un juego que les llevará, junto a otros jugadores muy variopintos, a un antiguo manicomio en los Alpes franceses. Aunque la primera trama sólo se nos presenta al principio, puedes llegar a intuir que es posible que se relacionen de algún modo, aunque no imaginas cómo.
Os podéis imaginar que la ambientación del psiquiátrico es para morirse allí de miedo, si antes no has conseguido salir del mismo. Es un lugar totalmente claustrofóbico, donde los protagonistas recorren salas que el autor nos describe tan genialmente que puedes verte perfectamente en esas circunstancias e imaginarte el sufrimiento que se ha vivido entre esas paredes. Es como visitar una antigua sala de torturas de la Inquisición o un campo de concentración nazi. Se te ponen los pelos de punta y cuando se aproxima la hora en que se apagan las luces, ruegas porque los personajes tengan una linterna a mano.
Esta ambientación unida a los personajes tan variados y tan "incompletos" que nos presenta el autor, hace que te sientas en todo momento dentro del juego. Es como si las pruebas te las estuviera poniendo el autor a ti. A cada paso de un personaje o a su interacción con el protagonista empiezan tus "nuevas" teorías, teorías que se te van cayendo una tras otra. Y es que cada personaje encierra un enigma; todos son sospechosos, todos pueden ser buenos o malos por algún motivo o algo que hacen pero no sabes hacia donde inclinar la balanza, porque como te dice Thilliez "el juego está por todos lados" y no sabes qué forma parte del juego y qué forma parte de la realidad. El caso es que formas parte de un juego en el que has/han entrado y no tienes claro cómo vas a salir.
En conclusión, una novela totalmente adictiva en grado máximo; una genialidad de trama, personajes y ambiente que te envuelve de principio a fin. UN ritmo frenético donde no dejan de pasar cosas y donde los giros del autor estimulan contínuamente tu imaginación. No sé "cuanto tardaré en salir" del psiquiátrico pero sí os digo que aún me quedan "secuelas".