Ilan sigue sin recuperase de la pérdida de sus padres, fallecidos en extrañas circunstancias. Una mañana reaparece en París Chloé, su expareja, quien le propone embarcarse en una aventura a la que no podrá negarse. Nueve personas encerradas en un antiguo complejo psiquiátrico aislado en plena montaña. De repente, una a una empiezan a desaparecer. Encuentran un primer cuerpo. Asesinado. Se desata la Paranoia.
En Paranoia hay un narrador en primera persona en casi la totalidad del libro. La historia está, en su gran mayoría, contada por Illan Trésseres, el protagonista de la historia. Hay algún capítulo que está narrado en tercera persona, y que además está escrito en cursiva.
El protagonista es, como he dicho antes, Illan Trésseres, un hombre que está intentado superar la muerte de sus padres y su adicción (por decirlo de algún modo) a los juegos de rol en primera persona (es la persona real quien juega, no es un videojuego tipo World of Warcraft). Como personajes secundarios, pero bastante importantes para la trama, tenemos a Lucas Chardon, un delincuente mentalmente enfermo; Chloé, la novia de Illan (o algo por el estilo); y en otra escala menos importante pero sí relevantes están Naomi, Gylax y otros personajes que también son jugadores de Paranoia, ese juego que tiene enganchados a Illan y Chloé desde hace varios años.Son todos personajes muy bien construidos, presentados y desarrollados, con una gran fuerza psicológica y que no dejan indiferentes a los lectores. Se meten en tu cabeza, tú eres ellos. Esa es la gran maestría de Frank Thilliez, aunque no llega a ser su punto fuerte (imaginaos, si los personajes no son su punto fuerte y causan sensación... ¿cómo será su punto fuerte?).
La ambientación es, sin duda alguna, el punto fuerte de Thilliez. Es su toque, su firma, su especialidad. En esta novela más que en otras que he leído o he oído hablar. El autor consigue crear un ambiente angustioso que nos hace meternos en el propio juego. Thilliez nos manipula a su antojo, y bien podríamos ser personajes de la novela mientras estamos leyendo sus líneas.
En cuanto a técnica narrativa, lo que más me llama la atención es que no es la primera vez que veo el recurso de jugar con la primera y la tercera persona. Ya lo encontré en La mesa del rey Salomón y la verdad es que no me disgusta la técnica. Le da otra panorámica a la novela, y a mi parecer, la hace aún más dinámica.
Ya tuve mi acercamiento a Franck Thilliez con El síndrome E, y con Paranoia se consagra como autor de apuesta segura. Ya tengo claro que con él no me voy a equivocar a la hora de leerme una novela suya. La manera que tiene de crear personajes y ambientes es muy impresionante, y siempre termino creyéndome parte del libro como si fuera una historia que he vivido yo misma. Esto es prácticamente increíble.
Thilliez es sublime, porque también te va dando las pistas justas para que intentes resolver el puzzle. La verdad es que yo, en este libro en concreto, acabé imaginando lo que pasaba a la segunda charla que tienen Lucas Chardon y la psicóloga. Aún así, no es para nada un libro predecible, y solo si captas las pequeñas señales que te llevan a la verdad, consigues averiguar el secreto antes del shock final (¡y menudo shock!).
El juego mental es algo que me gusta mucho en las novelas. Catalogo este libro como thriller psicológico porque Thilliez marea al lector hasta tal punto que no sabe cuál es la realidad de lo que ocurre y qué es lo que está en la cabeza de los personajes.
Es un libro muy intenso, muy en la línea de El síndrome E, y sin duda hace que le tenga cada vez más ganas a los libros del autor que me faltan por leer..
Solo me falta decir que el libro no pertenece a ninguna saga ni trilogía, ni, en principio, va a tener continucación, pero NO es conclusivo. Me refiero a que no es un final cerrado, porque la frase final deja al autor con muchas cuestiones. La trama está clara que sí ha concluido, y sobre eso no cabe la menor duda, pero... ¿ha acabado Paranoia?
Esto no lo hace menos interesante. Al contrario, forma parte de ese control mental, de ese poder del autor sobre la mente del lector, y desde luego a mí me ha hecho darle más puntos. Es absolutamente sublime, de principio a fin, y lo recomiendo al 100%.