Madrid es la provincia con mayor número de licencias de vehículos con conductor (VTC), 4.308, el 47 % de las más de 9.000 que hay en España. La normativa establece una autorización de VTC por cada 30 de taxi, una proporción que no se cumple en la mayoría de las comunidades. Madrid encabeza la clasificación, por delante de Andalucía, que cuenta con 1.478 y Cataluña suma 1.457, según los últimos datos oficiales correspondientes al mes de julio. Las huelgas de taxistas, bloquearon por unos días Barcelona, Madrid y muchas otras ciudades por toda España. Los representantes de Fedetaxi, Antaxi y Élitetaxi consideraban “insuficientes y escasas” las medidas planteadas para limitar a las empresas de vehículo de alquiler con conductor (VTC), las firmas como Uber y Cabify. Los portavoces de Antaxi y Élitetaxi, Fernando del Molino y Alberto Álvarez, anunciaron que las propuestas del Ministerio eran “insuficientes”. La huelga de taxistas que paralizó por unos días Barcelona y Madrid logró extender las reivindicaciones del sector a todo el país. Reclamaban que “se cumpla la ley” y se limiten las licencias VTC (alquiler de vehículos con conductor) El secretario de Infraestructuras, Pedro Saura, ofreció la transferencia de las competencias en materia de concesión de licencias a las comunidades autónomas, pero los taxistas exigieron la garantía de que se fijase el modelo de licencia aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona. Las principales ciudades del país 'sufrieron' los efectos de los paros de taxistas. Ellos querían seguir el modelo de licencia aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona que limitaba las licencias VTC, pero de momento, el Ministerio de Fomento se limitó a ofrecer la transferencia de competencias a las comunidades autonómas, una propuesta considerada en un principio “insuficiente” para el sector. Desde EliteTaxi, señalaron que el Ministerio debía trabajar para volver al límite de 1 licencia VTC por cada 30 de taxis, “pero, sin fechas, no levantamos el paro”. La huelga de taxistas contó con el respaldo de Unidos Podemos, que sostiene que “todos esos taxis blancos están luchando contra el mismo tipo de economía buitre que especula con el precio de tu alquiler, que devalúa los salarios o que te ha subido un 70% la luz durante la crisis”.
A última hora del pasado miércoles, los taxistas de Barcelona y Madrid decidieron desconvocar la huelga después de reunirse el Ministerio de Fomento, comprometido a traspasar a las comunidades que lo acepten las competencias en materia de regulación de licencias VTC (alquiler de vehículos con conductor). En una asamblea celebrada tras la reunión de la Conferencia Nacional de Transportes que tuvo lugar en Madrid, los taxistas barceloneses votaron mayoritariamente a favor de poner fin a las movilizaciones que mantenían desde hace una semana y levantar la ocupación de la Gran Vía. De igual manera, la asamblea de taxistas de Madrid decidía desconvocar los paros y movilizaciones. Una desconvocatoria que era esperada en todas las asambleas de España. El vicepresidente de Antaxi, Jesús Fernández, informó de que la asamblea de Madrid, que tiene la cuarta parte de todos los taxistas de España, tomó la decisión de desconvocar la huelga o cierre patronal “por aclamación”, reunidos en el Paseo de la Castellana, enfrente del Ministerio de Fomento. Fernández dijo que, a falta de conocer los textos definitivos, entendían que lo trasladado por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, después de reunirse con los consejeros autonómicos es “lo que había sido solicitado” por las asociaciones de taxistas.
Los conductores de ambas capitales desconvocaron los paros en la noche del miércoles. En Barcelona, los taxistas acordaron retirar a lo largo de la madrugada los coches de la Gran Via y el Passeig de Gràcia que mantenían cortados desde el pasado viernes. También en Madrid, los vehículos que colapsaban el paseo de la Castellana fueron retirados. “Damos una tregua -dijo un portavoz de los taxistas madrileños al término de la asamblea-, tienen 32.000 ojos encima de los acuerdos”. La decisión se produjo una vez el Gobierno confirmara que habilitaría a las comunidades y a los ayuntamientos para regular las licencias VTC, como pedía el sector del taxi. Algunos taxistas, sin embargo, no estaban muy convencidos por los “engaños” que, aseguraban haber sufrido por parte de las administraciones. “Si, en setiembre, no nos dan nada y nos engañan, montamos la tercera guerra mundial”, proclamó Tito Álvarez, el fundador de la asociación de taxistas Élite, para calmar los ánimos y lograr desconvocar la huelga, tal y como había pedido el principal apoyo político del sector, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.Los taxistas -representados por las asociaciones Fedetaxi, Élite Taxi y Antaxi- valoraron la voluntad de entendimiento del Gobierno pero consideraron “insuficientes” y “poco concretas sus propuestas”. El presidente de Fedetaxi, Miguel Ángel Leal, dejó abierta la posibilidad de parar la huelga si la reunión del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con las comunidades autónomas daba resultados satisfactorios para el sector. El presidente de Antaxi, Julio Sanz, consideró que “hay muy buena voluntad” del Ejecutivo, pero no “suficiente” para no desconvocar los paros. Desde Unauto, la asociación que aglutinaba a las compañías de VTC, su presidente, Eduardo Martín, indicó que pediría al Gobierno en la reunión prevista con Fomento que “no ceda a los chantajes” que el “monopolio del taxi” pretende con su huelga y “garantice la seguridad” para sus conductores, muchos de los cuales han sufrido agresiones, y sus vehículos, tras resultar “destrozados” más de 100 coches, según su versión. Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, responsabilizó al Gobierno de la situación de “parálisis” que sufren las ciudades españolas por la huelga del taxi y culpó al PSOE de haber roto el “consenso” de una situación que el PP dejó “arreglada y consensuada”.
Sonando sus bocinas y ondeando banderas chilenas, miles de taxistas chilenos protestaron también el lunes por el centro de la capital, Santiago, contra la denominada “Ley Uber”, mediante la cual el gobierno pretende legalizar el servicio de las aplicaciones de transporte de pasajeros. La compañía Cabify, española, también había llegado a Chile, así como a otros países de Latinoamérica. Siendo una de las empresas de redes de transporte más grandes en el mundo de habla hispana, opera en total en España, México, Chile, Colombia, Perú, Brasil, Panamá, Ecuador, Portugal, Argentina, República Dominicana y Uruguay. Entre otras cosas, La 'Ley Uber' chilena exige a estas empresas de aplicaciones móvil que se constituyan como empresas de transporte y pagar impuestos en el país.
“El gran drama del taxi -escribe en Público Juan Carlos Escudier en ‘Siga a este taxi’- ha sido el sistema de concesión de licencias. Siendo el suyo un servicio público en manos privadas, lo razonable hubiera sido que éstas se concedieran a precio fijo y que, cuando sus titulares se jubilaran o abandonaran su actividad, volvieran a la Administración para una nueva adjudicación por méritos. En lugar de eso, se originó un mercado secundario sometido a una especulación tan galopante que deja pequeña la burbuja inmobiliaria. En ciudades como Madrid o Barcelona se han llegado a vender licencias por 300.000 euros y lo que los taxistas creyeron que era una inversión –que lo fue- se asemeja hoy mucho a una estafa piramidal tras la irrupción de nuevos operadores en el breve lapso en el que estuvo en vigor la desastrosa liberalización acometida en 2009. El disparatado precio de las licencias desembocó en el fenómeno de la pescadilla que se muerde la cola. Hacer frente a los créditos que muchos tuvieron que pedir para ponerse al volante, obligó a los taxistas a incrementar sus jornadas, lo que dibujó en su rostro esa cara de mala leche tan conocida entre los usuarios y les transformó en oyentes asiduos de la COPE. En su intento de darse un respiro, forzaron a los Ayuntamientos a elevar sus tarifas, lo que se tradujo en una reducción del número de clientes y en más horas sobre el respaldo de bolas de madera para compensar la menor recaudación. El fenómeno se reprodujo una y otra vez, mientras se contenía el número de licencias, cuyo número ha permanecido invariable en décadas”.
“Se llega así -continúa Escudier- a la situación actual en la que han de compartir asfalto con esos nuevos operadores que ofrecen botellas de agua a los clientes, les preguntan qué emisora quieren escuchar y si está a su gusto el aire acondicionado y les cobran la mitad por el mismo trayecto. Si estos servicios se realizan gracias a la explotación laboral, con elusiones fiscales de sus patronos y con incumplimientos de las normas establecidas, es exigible la mano dura de la Administración para impedirlo. También para evitar la situación de abuso en la que trabajan muchos asalariados del taxi, que es el lumpenproletariado del gremio y de cuya existencia nadie parece acordarse. Nadie discute, por tanto, que existe una ley que no se cumple porque fue sobrepasada por la realidad. Y que los taxistas hacen bien en exigir medidas a los poderes públicos, singularmente que sean comunidades y ayuntamientos los competentes en las autorizaciones, aunque con la certeza de que en muchos casos sólo les abocará a la melancolía. A partir de ahí se echan en falta soluciones, que quizás pasen en primer lugar por compensaciones a quienes se empeñaron en la compra de una licencia en los tiempos en los que todo era sólido y hoy se ha sublimado hasta lo gaseoso. ¿Que por qué las administraciones, o sea todos, deberían retratarse ante lo que no deja de ser una especulación entre particulares? Pues porque están en el origen del mal y porque han ido sacando tajada, Hacienda mediante, de las sucesivas compraventas”.
“Los taxistas siguen en pie, y no se rinden. Me alegro y mucho. Creo que todos nos deberíamos de alegrar. No estamos acostumbrados a que sectores de trabajadores, cada día más golpeados por la crisis, precarizados, empujados al paro se levanten, se organicen y planten cara. Por suerte, los taxistas han dicho ‘ya basta’. Solo quieren poder trabajar, ganarse la vida. Su lucha es la nuestra. Su dignidad nos representa” Así comienza Esther Vivas el artículo “Todos somos taxistas” en El Periódico del lunes pasado. “Y ¿quién hay detrás de empresas como Uber y Cabify, contra quienes luchan desde el taxi, si no es el capitalismo de siempre, o tal vez uno aún más salvaje? Un capitalismo que se viste de ‘economía colaborativa’ para no asumir responsabilidades sobre los conductores de sus servicios, en realidad trabajadores suyos; con empresas que ubican su matriz en paraísos fiscales o sitios con baja tributación para no pagar impuestos; que, con este 'robo a la mayoría', benefician a un exclusivo grupo de empresarios, que amasan, como en el caso de Uber y Cabify, una fortuna de millones de euros con estas licencias. Lo ha dicho uno de los portavoces de la guerra del taxi, la lucha debe sumar al conjunto de la clase trabajadora. No solo se trata de Uber y Cabify, sino qué decir de Airbnb, Deliveroo, Amazon y tantas otras. Sus malas prácticas nos afectan a todos. En septiembre se van a cumplir 10 años del estallido de la crisis económica, miremos dónde estábamos en el 2008 y dónde nos encontramos ahora, cómo hemos normalizado el cobrar menos de mil euros, que nos pidan más de mil por un alquiler, trabajar para una empresa, pero dándonos de alta como autónomo, no llegar a fin de mes. Ya lo decía el multimillonario estadounidense Warren Buffett: ‘La lucha de clases sigue existiendo, pero es la mía la que la va ganando’. O empezamos a ser conscientes de ello o nos lo arrebataran todo.
“La huelga de taxis, iniciada en Barcelona y continuada en Madrid, Sevilla y otras ciudades españolas y apoyada por taxistas de Portugal, no parece una simple huelga. Extrañamente, aunque las causas reivindicativas ya existían durante los siete años del gobierno de derechas de Rajoy, es ahora cuando se declara con una persistencia y una virulencia llamativas”. Así opina mi amigo, Antonio Tello, autor del artículo “Taxis, mercado y política”, conocedor a fondo de la problemática, al haber vivido largo tiempo en Barcelona antes de regresar a la Argentina. “Es cierto que deben tratarse en una mesa de negociaciones el importe de las tasas de las empresas que prestan este servicio público y también el lugar donde pagan los impuestos las VTC, pero, aunque esto se haya discutido, no parece ser la causa principal, sino la presencia misma de las VTC en tanto representantes de corporaciones extranjeras. Y esto es lo llamativo, porque las empresas de taxis saben, es de suponer, que también otros sectores productivos y comerciales (supermercados, automotor, telefonía, compañías aéreas, etc.) están sometidos a la ley de competencia que impone el libre mercado. Entonces la pregunta es ¿por qué las empresas de taxis hacen esta huelga de un inusitado radicalismo contra un gobierno socialista que acaba de tomar las riendas de un país casi paralizado por el inmovilismo del gobierno derechista? Sin ánimo de comparar ni imaginar sus cruentos efectos, esta huelga de taxistas catalanes apoyada por sus empresas pares de otras ciudades españolas me hace recordar la de los camioneros chilenos que precedió a la caída del presidente Allende, en Chile, en 1973. Quiero decir que no estamos ante una huelga de trabajadores, sino ante un lockout, cuyos propósitos no están claros”.
Los reyes, junto con doña Sofía, presidieron el viernes la recepción a la sociedad balear en el Palacio de la Almudaina de Palma, a la que asistieron unas 450 personas. El acto estuvo marcado por dos concentraciones a favor y en contra de Felipe VI en el exterior del edificio, separadas por varios metros. Representantes políticos y entidades culturales se negaron a participar en el acto. Grupo de ciudadanos soberanistas de las islas protestaron contra la presencia de Felipe VI, mientras que los defensores de la corona le expresaron su apoyo. De un lado, los lazos amarillos, las señeras republicanas y los gritos a favor de la libertad de los presos políticos catalanes por parte de seguidores de entidades soberanistas y de las islas, y, del otro, las banderas monárquicas que exhibieron grupos de personas convocadas por la organización Sociedad Cívica Balear. Una de las concentraciones fue promovida por la Asamblea Soberanista de Mallorca en favor de “los presos y exiliados políticos” catalanes, del derecho a decidir y de la devolución del Palacio de Marivent. Al otro extremo, se situaron los manifestantes convocados por Sociedad Cívica Balear, a los gritos de “Viva España, viva el rey”, “Soy mallorquín, no catalán” y “Picornell, dimisión, aprende español”. Esta vez, Don Felipe y doña Letizia no se acercaron a estrechar la mano de las personas que estaban detrás del cordón de seguridad, algunas ajenas a las dos concentraciones, y se limitaron a saludar al bajarse del coche.
Ningún miembro de Més per Mallorca –que gobierna en el archipiélago junto con el PSOE–, Més per Menorca ni “Podemos” acudieron a la cita con el monarca. Tampoco fueron el presidente del Consell de Mallorca (Més), los alcaldes de la capital balear (Més) y de otras localidades (como Mahón o Ciutadella) y el presidente del Parlament (Podemos). A ellos se unieron diversas entidades sociales (como OCB, una entidad a favor de la lengua y cultura catalanas, y el GOB Mallorca, una organización ecologista). “No fuimos porque nuestro electorado es de espíritu republicano y por la actitud del jefe de Estado con el proceso catalán”, afirmó Nel Martí, portavoz de Més per Menorca en el Parlament. “No queríamos ir a una recepción para darnos la mano y reír como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera gente exiliada y encarcelada”, comenta el parlamentario Nel Martí. El coportavoz de Més per Mallorca, Guillem Balboa, recriminó al rey su papel con Catalunya: “El papel activo de la monarquía en la represión de la ciudadanía y los políticos independentistas catalanes hace más inviable que nunca compartir un espacio festivo. La Monarquía es una institución caduca y antidemocrática”. Y el presidente de OCB, Josep De Luis Ferrer, rechazó igualmente la invitación real: “Me quedé en mi casa, disfrutando de la compañía familiar que tanto Jordi Cuixart como el resto de presos políticos tienen privada. El papel que juega la Monarquía imposibilita una relación normal”. El presidente del Consell de Mallorca tampoco asistió a la cita por un viaje con su pareja: “Si no voy, me cuesta el divorcio”, justificó Miquel Ensenyat. MÉS por Mallorca justificó su rechazo a la invitación del rey por la “convicción republicana y democrática” del partido. A estas faltas se sumó el presidente de la Obra Cultural Balear (OCB), Josep de Luis, quien envió una carta a la Casa del Rey criticando el papel de Felipe VI en la crisis política de Cataluña, haciendo hincapié en su discurso del pasado 3 de octubre en contra del desafío independentista.
“Los reyes Felipe VI y Letizia no ganan para polémicas”, escribe Eco Republicano, bajo el título ‘Indignación pública, tras filtrarse el precio de las vacaciones de Felipe VI y Letizia’.“A su ardua relación inmersa en un conflicto familiar constante donde existen desplantes, malos modos e incluso la entrada en prisión del cuñado, el ex Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, acompañado de los constantes escándalos del rey emérito, Juan Carlos I, hay que sumarle una nueva controversia, el precio de las vacaciones de los monarcas junto a sus dos hijas en Marivent. Es habitual que Felipe VI y Letizia veraneen cada año en Palma de Mallorca, donde posan anualmente, aunque, eso sí, el posado de verano cada año está más pobre de miembros, pues la relación entre los eméritos es inexistente y ya no acuden a Palma en pareja y, en el caso de Iñaki Urdangarín, pasa su verano en la cárcel de Brieva. Fue precisamente en el espacio televisivo eliminado de la parrilla, ‘Las Mañanas de Cuatro’, donde se revelaba que quince días de vacaciones de la Familia Real cuestan alrededor de 1.300.000 euros de las arcas públicas. No es de extrañar, si tenemos en cuenta la seguridad que los monarcas llevan a sus vacaciones, el mantenimiento del Palacio de Marivent o los viajes privados que algunos años han hecho en familia. Fue concretamente en el 2014 cuando los monarcas veranearon en un exclusivo complejo a 4.000 euros la noche, lo que generó un aluvión de críticas negativas”. Las fotos más sorprendentes y las fotomontajes de esta semana: ¡Dicen que acaban de ver a FachaMan en Ceuta @zalatoy
“¿Es machista esta foto de la familia Real?”, se pregunta Zeleb. “Días de descanso para la Familia Real en Mallorca y nuevas imágenes de la reina Letizia, la reina emérita, doña Sofía, y las pequeñas Leonor y Sofía en la isla balear. Fotos que llegaban de la Reina y sus hijas, acompañadas por la madre de don Felipe, en el Mercado del Olivar de Palma de Mallorca y que han hecho que muchos se pregunten por lo oportuno o no de esta visita. El por qué, así lo explica el presentador de laSexta Noche, Iñaki López, a través de su cuenta de Twitter: “Ellos de regatas. Ellas en el mercado”. ¿Hay machismo, entonces, en la Casa Real?
El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Vergara, Pat, Manel Fontdevila,
Pedripol, J. R. Mora…Pep Roig, desde la Mallorca: Separadamente juntos, Lo mismo de siempre, Chulos, Marketing, Efecto llamada del Gobierno socialista, Manualidades, Pagando, Telas variadas…
Los vídeos de esta semana:
Cientos de taxistas se manifiestan frente al Ministerio de Fomento durante la jornada de huelga.