Una pareja de cristianos enEgiptose vieron obligados a desenterrar el cuerpo de su hijo luego de que no se considerara ilegal la compra del terreno para el funeral debido a que las autoridades y el lugar en si son netamente musulmanes.
Mark Nazeer y Mary Farag, se vieron en la dolorosa situación de desenterrar el cuerpo de su hijo Same de 11 años, luego de que uno de los oficiales no quisiera recibir el acta defunción del niño por ser todos cristianos.
“El oficial me dijo que no tomaría el certificado de defunción de mi hijo hasta que lo saquemos de su tumba. Como cristiano, no podía ser enterrado tan cerca de un cementerio musulmán. Discutí con ellos, porque habíamos comprado legalmente el terreno para que sirviera de cementerio, pero regresé a casa con las manos vacías”, testificó Mark para Open Doors.
Después del incidente, llegó a su casa y allí la policía lo esperaba para arrestarlo tras recibir tratos hostiles; a Mark lo encarcelaron por dos días y aunque interpusieron una demanda por lo sucedido con el cuerpo de su hijo igual fueron multados.
Se les ordenó que al cuerpo del niño se le trasladara a un cementerio a 100 km de su hogar, esto como resultado de la negación de las autoridades por el primer lugar donde estaba.
Tras la revisión de la demanda de los padres del difunto, las autoridades no dieron el fallo a favor de la pareja y arrestó a Nazeer de nuevo mientras se trasladaba hacia su casa en transporte público; todo hasta que se cancelara la demanda que había introducido junto a su esposa.
De igual manera, a los padres se les llamó para que desenterraran el cuerpo del niño y solo así pudieraMarktener libertad;«Este es realmente el colmo de la persecución», dice.
El hecho de realizar esta acción fue bastante traumante para toda la familia, pues trajo consigo crisis nerviosas a todos tras recordar el episodio.
“No puedo olvidar la vista del cuerpo de mi hijo después de que lo sacamos del cementerio. Mis otros hijos y yo tuvimos crisis nerviosas y no pudimos dormir bien”, dice Mary, madre de Same.
Tanto la pareja como otros creyentes piden a las máximas autoridades del país que fijen una posición con respecto a lo sucedido para responsabilizar a las personas que ordenaron la remoción de los restos del niño y que éste pueda recibir sepultura cerca del que era su hogar.