Cuando no tienes hijos es muy fácil eso de ser pareja, pues todo el tiempo del mundo (sin contar el dedicado a trabajo, amigos…por supuesto) es para los dos; pero cuando los niños llegan lo de ser pareja se convierte en algo más difícil.
Entre trabajo, hijos, rutinas diarias…terminas convirtiéndote muchas veces en compañeros de piso más que en una pareja. Cuidar a la persona que convive contigo, al padre de tus hijos, o a quien esté en este momento (aunque suene cursi) esté ocupando tu corazón, es igual de importante que cuidar a nuestros hijos; pues si sus padres están bien los niños lo notarán y también lo estarán.
Es tan difícil que hay que pensar pequeñas cositas para conseguirlo, en nuestro caso, por ejemplo, cuando nació Álvaro, decidimos hacer un plan al mes juntos (cine, cena, tarde en casa viendo una peli…) pero al final dejamos de hacerlo, y este verano nos hemos propuesto retomarlo, y empezamos haciéndolo con una escapada a un hotel que hay en nuestra ciudad, Zaragoza; el Hotel & Spa Real Ciudad de Zaragoza.
Se trata de un hotel situado en la Ciudad del Transporte, un polígono industrial. El hotel es utilizado por los usuarios del polígono, personas de paso (pues está cerca de la autovía), y sobretodo por parejas. Una noche para dos con acceso al circuito de Spa durante una hora cuesta entre 50 y 60 euros y es un plan perfecto para dedicarnos tiempo a nosotros mismos, relajarnos y charlar tranquilamente.
En el hotel nos trataron de maravilla, y nos recibieron con una botella de cava y unos bombones.
La habitación está bastante bien, aquí os dejo un par de fotos
Hay un restaurante en el mismo hotel en el que se puede comer si no quieres desplazarte; si no te importa hacerlo siempre puedes coger el coche y visitar alguno de los municipios cercanos o a la misma Zaragoza. Además disponen de una terraza chill-out perfecta para tomar algo cuando hace buen tiempo (nosotros no pudimos disfrutarla porque estaba cerrada debido a nuestro querido cierzo).
Después de cenar pudimos disfrutar de unos mojitos que estaban buenísimos :-)
Y al día siguiente volvimos a casa como nuevos, como no, con mil ganas de volver a estar con nuestro bichillo de nuevo y muy agradecidos a los abuelos que nos permiten poder disfrutar de estos ratitos para nosotros (y con los que, todo hay que decirlo, Álvaro se queda más que encantado).
Y vosotros qué sois…¿pareja o compañeros de piso?