Cualquiera que haya seguido la serie temporada a temporada sabrá que lo de querer matar a los Braverman constantemente no es algo nuevo, por supuesto. Lo que sí que es nuevo, en cambio, es no querer abrazarlos con la misma intensidad. La gracia de la serie, parte de su encanto, ha sido siempre que inspiraban esa maravillosa combinación de querer matarlos a collejas y a abrazos que hacía que parecieran hasta de nuestra propia familia. Pero en esta última temporada no hay abrazo que valga. Ninguno de los miembros principales de la familia Braverman (quizá con la excepción de Sarah (Lauren Graham), y probablemente sus hijos, que tampoco han hecho nada para merecer nuestro odio últimamente) se merece un mísero abrazo. Sólo se merecen nuestro odio y multitud de insultos.
Kristina y Adam no sólo han fomentado el acoso por parte de Max a una de sus compañeras de clase, sino que de algún modo, tanto ellos como la propia serie lo han excusado y justificado por eso de que “Max es diferente”. Y aunque finalmente en el episodio que pone punto final a primera parte de la temporada, y que se emitió esta pasada semana, se hace referencia a este asunto y de algún modo se le pone solución, esta solución no pasa de ser una pequeña llamada de atención que no es ni de lejos suficiente. Al igual que les ocurre a Kristina y Adam con Max, la serie es relativamente ciega al problema, y eso hace que toda esta trama resulte bastante fallida. Y un tanto perturbadora.
También problemática, aunque con consecuencias un tanto menos perturbadoras es la trama de Zeek y Drew. Movido por el miedo consecuencia de sus problemas de salud, Zeek se ha dedicado varios episodios a obligar a Drew a dejar todo de lado para acompañarlo en aventuras varias. Y cuando Drew acaba en una situación imposible (o simplemente ocurre que tiene una vida propia que no puede dejar completamente de lado), la serie prácticamente nos exige que nos pongamos de lado de su abuelo. Lo cual resulta, como poco, un tanto incómodo.
Sinceramente espero que en los cuatro episodios que quedan para acabar la serie, sean capaces de solucionar el desastre que han organizado a lo largo de todo lo que llevamos de temporada. Son ya unos cuantos años siguiendo a los Braverman, aprendiendo a quererlos a pesar de sus numerosos defectos. Son ya muchos dramas vividos con ellos. Y por el cariño que le tengo a todo lo que me han hecho pasar, de verdad espero que sean capaces de remontar de alguna manera. Porque lo último que me apetece es despedirme a malas de una serie que he llegado a querer tanto.
Parenthood es emitida por Fox en nuestro país.