Un postre estupendo para tener preparado con antelación y que solo tienes que sacar unos minutos antes y servir. Tal cual o con chocolate negro fundido por encima, como más te apetezca. En este caso como lo hice con higos frescos no quise enmascarar el sabor con el chocolate negro. Me parecía más delicado solo con el sabor de los higos.¿Qué te parece un helado? pues si, a mi tambien me lo parece, pero no lleva heladera, también podría parecer un bavaroise pero tampoco lo es porque no lleva gelatina. ¡Si es que es verdad! en repostería casi todo lleva los mismos ingredientes y por ligeros matices tienen diferentes nombres. En este caso parfait, perfecto en español. Por cierto en caso que no sea temporada de higos puedes hacerlo con los secos, pero en ese caso lo dejas la noche antes remojando en un poco de agua con el azahar y la canela. O incluso si lo prefieres en algún licor o aguardiente.Y si te apetece puedes añadirle unas nueces troceadas. En esta ocasión las utilicé solo para decorar.
INGREDIENTES
300 g. de higos frescos
4 o 5 dátiles secos pero gorditos y blandos
1 cucharadita de agua a azahar (opcional)
1 cucharadita de canela
Para la crema inglesa
8 Yemas de huevos
250 g. de leche entera
200 g. de azúcar
500 g. de nata montada
PREPARACIÓN
Lavamos y trituramos los higos con los dátilesPreparamos la crema inglesa batiendo las yemas de huevo con el azúcar hasta que doble su volumen y estén de un amarillo muy pálido y esponjosas.Poner la leche a hervir, y volcar sobre las yemas mientras removemos.Llevar al fuego sin dejar de remover, hasta que espese, siempre vigilando que no hierva si no se estropeara la mezcla. Más o menos cinco minutos, puedes comprobar si está, al pasar el dedo deja rastro.Una vez espeso poner en un baño de maría de agua con hielo para que enfríe rápidamente.Mientras vamos montando la nata, sin azúcar ni nada, solo batir bien para montar. Apartamos y reservamos en la neveraAhora mezclamos la crema de huevo (crema inglesa) con el preparado de higos y dátiles y por último la nata montada.Metemos en el congelador para irlo removiendo cada 30 minutos, de este modo evitamos que se formen cristales que son desagradables y mantenga una consistencia cremosa.Una vez tenga una densidad considerable lo pasamos al molde que más nos guste y conservamos en el congelador