Parirás con dolor

Publicado el 19 julio 2016 por María Bertoni

La opera prima de Canevari desembarcará este jueves en el cine Gaumont. La primera función será ese mismo día a las 20.

Entre los estrenos de cine previstos para pasado mañana figura la muy recomendable Paula, que desembarcará en el Gaumont tras haber participado de distintos festivales nacionales e internacionales. En su opera prima, Eugenio Canevari hace gala de una solvencia narrativa infrecuente en los realizadores primerizos, nada menos que con un tema tan delicado como las dificultades y sanciones que las argentinas -en especial aquéllas sin recursos- enfrentan cuando deciden interrumpir un embarazo no deseado.

Ambientada en la localidad bonaerense de Pergamino, donde nació y se crió el realizador, la película acompaña a una joven empleada doméstica mientras busca solución para un problema que nadie -ni siquiera ella- verbaliza. Mientras asistimos a este seguimiento, los espectadores reconocemos o descubrimos el entramado sociocultural que fuerza a acatar el mandato de sacrosanta maternidad.

Los patrones estancieros de Paula, el muchacho que la embarazó, una médica sin rostro constituyen los voceros del statu quo listo para disciplinar abortistas. Cuanto menos recursos tienen estas díscolas, mayor es el maltrato infligido.

Así como debe cuidar a los hijos de sus empleadores, la protagonista también debe asumir la responsabilidad del embarazo en curso. Es indistinto si quiere o no a sus patroncitos y al niño en camino; lo importante es que cumpla con una y otra obligación.

Un poco a la manera de Lucrecia Martel con La ciénaga y de Albertina Carri con La rabia, Canevari también convierte a nuestro campo -en este caso, a la porción sojera- en escenario atravesado por la violencia física y verbal que ejerce nuestra sociedad patriarcal. La violencia física aparece retratada en la suerte que corren una perra “loca”, acusada de haberse comido a tres de sus cachorros, y los pobladores víctimas de la descarga de pesticidas con glisfosato. Aquélla verbal irrumpe en el discurso racista de la patrona y sus invitados a una fiesta de cumpleaños.

Las actuaciones constituyen otra gran virtud de este largometraje. Por los roles que interpretan, se destacan Denise Labbate y Estefanía Blaiotta, a cargo de Paula y su patrona respectivamente.

Las actrices encarnan a sus personajes con solidez. y con una economía de gestos afín a la naturaleza minimalista del guión. Aunque interactúan poco en escena, sus intervenciones se complementan y tallan la piedra fundamental de este fresco social sobre distintas maneras de entender, asumir, eventualmente eludir el rol materno.