París quiere acabar progresivamente con la generación de residuos. En comercios y mercados de la capital francesa se dejarán de consumir bolsas de plástico. Las bolsas de plástico de un solo uso que normalmente se usan en supermercados pueden durar cientos de años antes de desintegrarse. Estas bolsas casi siempre acaban en la naturaleza, especialmente en el mar, contribuyendo así a la contaminación del planeta.
Las bolsas de plástico van a ir desapareciendo de París. Así lo confirmó su actual alcalde Anne Hidalgo. Y será en París, donde el próximo mes de diciembre de 2015 se celebre la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. París quiere ir tomando posiciones y se compromete para lograr que la capital más visitada del mundo se convierta en líder mundial en la transición de una sociedad desechable a una sociedad sostenible. El ayuntamiento de París quiere servir de modelo en materia de ecología urbana y convertirse en una ciudad pionera en la economía circular (concepto económico encuadrado en el desarrollo sostenible y en cuyos métodos no caben los residuos y todo es aprovechado al máximo).
No está mal comenzar por eliminar de la vida cotidiana los sacos de plástico, cuya producción consume derivados del petróleo, agua, energía y emite gas de efecto invernadero. Además, el reciclado de estos plásticos resulta muy deficitario desde el punto de vista ecológico como económico. Al ser tan ligeros, el proceso de reciclado consume más recursos que puede llegar a restituir. El plástico que apareció en la sociedad como un amigo que los hacía todo más sencillo, se ha convertido en uno de los grandes enemigos del planeta.
En Francia ya existe una región que prohibió en 2003 las bolsas de plástico: Córcega. Ciudades como San Francisco (prohibidos desde 2007 y que tiene como objetivo ser una ciudad “cero residuos” en 2020) cuyos supermercados y farmacias fueron los primeros comercios en “olvidar” las malditas bolsas y que luego fueron secundados por el resto de comercios, México DF, Delhi, Rangún, son algunas ciudades en el mundo que tomaron la misma decisión que ahora quiere tomar París. Esta medida será aplicada de forma progresiva para dar un tiempo de adaptación a los comercios. Por otro lado, París pretende que esta norma se aplique a todo el país en 2016.