LA ESPERA DEL ACTOR
El actor olvidó el texto y se quedó paralizado;dejó caer el brazo que señalaba al cieloy no supo hacia dónde lo iba a dirigir.Presumía, vagamente, el sitio al que debía encaminar elsiguiente paso,pero no supo si era preciso saltar o moverse lentamente.Como le hubiera gustado tener un interlocutor,mas, por desgracia, tenía que acabar la escena en solitario.Por fin, cerró los ojos el actor y, allí mismo,se sentó a la manera de un monje budista.Lo hizo instintivamente, como si representara su papel,y gritó, como si, de pronto, recordara el texto olvidado:Esperaré, esperaré aquí y ahorael instante que continúe hasta la eternidad.Pero nadie lo escuchaba.
Park Je-Chun en La canción del dragón y otros poemas (Editorial Verbum, 2007).
Traducción de Min Yong-Tae