Hay algún patán que piensa que no seguimos en crisis. Es para troncharse. La crisis sigue ahí. No se dejen engañar porque algún precio suba o por algún espejismo de incremento de la economía. Los huesos frágiles siguen ahí y esos huesos se llaman paro.
El paro español no es alto, es escandaloso.
Como todo sistema de oferta y demanda el mercado labora se compone de una serie de empleadores que demandan trabajadores y de una masa de trabajadores que ofrecen sus servicios. Y es en esa oferta y demanda donde se crean círculos viciosos que hacen que la piel de toro sea una piltrafa en cuanto a productividad y competitividad.
En época de bonanza, allá en los dosmiles, los sueldos de un chaval en la construcción eran escandalosos en algún caso. Si no se piensa llegamos al ¿Estamos locos o que?, pero si lo vemos desde el prisma oferta demanda no es tan raro de atisbar lo que ocurría.
Que se llegue a una tasa de paro baja, pongamos del 4%, indica que los empleadores están cubriendo puestos y que en la mayoría de casos haya que quitarle el trabajador a la competencia. Eso requiere poner la pasta sobre la mesa.
Sin embargo un paro mayor indica que los empleadores no puede absorber la oferta de trabajadores lo que lleva a que estos trabajadores tengan que rebajar sus honorarios para trabajar en una empresa. Es decir, el paro es la peor lacra de la clase trabajadora. Es más: aunque un paro muy alto haría que las empresas rebajaran sus ventas por baja demanda de productos y servicios, existiría un paro alto bueno para ellas donde el equilibrio entre oferta y demanda haga que exista un mercado muy barato de trabajadores con una demanda relativa de productos y servicios. Es complejo encontrar por internet este tipo de gráficas empleo-salarios, pero alguna de las pocas encontradas es muy clarificadora. La siguiente muestra la relación en EEUU. Se aprecia como la evolución del los salarios se anticipa a la caída del paro. Es decir, cuando las empresas empieza a requerir trabajadores suben los salarios. Después esto incide en la caída del paro. Y al contrario sucede lo mismo, empiezan a descender los salarios hasta que comienza a haber paro.
La solución para el trabajador es la formación (masters, cursos, idiomas, etc...), diferenciarse, pero una bolsa gigantesca de gente acude a una formación muy estandarizada por lo que el problema persiste. Es más, el empleador tiene a su disposición mano de obra muy barata y de calidad para negocios convencionales por lo que abrimos un restaurante en vez de una empresa hi-tech industrial, desviándose todo hacia el sector servicios, cuya omnipresencia actual en un país medio Europeo debería llevarnos a preocuparnos. El sector industrial, y no digamos el primario, son testimoniales ya en este lugar.
Un producto se puede exportar, si el producto es bueno, manteniendo costes del país que los produce. Un servicio que precisa gente in situ, en el país, no. La rentabilidad de un servicio depende de su principal componente de coste: los salarios además de otros como los servicios auxiliares. Si exportamos con la calidad del hotel de playita canaria a Londres con un rollo victoriano será menos rentable. Los salarios, calidad de personal o servicios auxiliares bajan la rentabilidad.
En resumen: un país que basa su economía en servicios estandarizados en el resto del mundo no vale un duro y hasta que usted no vea que se incrementan salarios de manera general, no hay una recuperación de la economía. Oferta y demanda, demanda y oferta.
¿En ese punto puede que estemos ahora? El caso es que ver trabajos donde piden dos doctorados, nacer en cuatro sitios a la vez para ser pentalingüe, 12 años de experiencia y estar circuncidado a cambio de 25.000€ brutos año no es muy alentador. Es más, describe un mercado de gente desmotivada para hacer nada. Es decir, la baja competitividad de las empresas españolas.
Lo peor es conformarse y pensar que Mercadona lo soluciona todo.
Piense por usted mismo.
Suerte!