Parón y cuenta nueva

Publicado el 07 septiembre 2011 por Eduardogavin

Como habréis intuido por el post anterior. parece que no va a haber suerte. No os van a llegar las noticias de Nueva York, Tailandia, Camboya o Birmania.  Estoy harto. Cansado de metomentodos que opinan, harto de desasnar a gente que no quiere saber de nada de lo poco o mucho que pueda yo mostrar en este blog. Cansado de aquellos que insultan sin decir nombres, que insinúan sin afirmar de frente, que hablan sin dar el nombre o, como decía el gran Manolo Escobar, que te apuntan y no disparan. Han sido cuatro años de mucha ilusión y bastante esfuerzo por mi parte. Compaginar la vida hospitalaria con esto no es fácil. No se va a mucha exposición, teatro... No se lee mucho al llegar a casa después de pasar horas al microscopio.  He visto películas solo por contarlas aquí, he acabado libros solo para deciros lo que opinaba y, en mis viajes, he pensado qué contaría y qué no. El blog ha sido un motivo de alegrías para muchos amigos y familia. Para Margarida y para mí.  Y  también me ha ganado enemigos, ladridos rabiosos, envidias silenciosas. Cada vez me cuesta más no repetirme, trabajar en los posts. Pero, sobre todo, cada vez me cuesta más ver gente agresiva que no tolera la opinión contraria, que no entiende que se mezclen en una persona partes de ideas diferentes y que no sigan el dogma de una iglesia o partido como a ellos mismos les gusta hacel por fácil y simplón. Minorías que insultan a mayorías pero se ofenden al oír el contrapunto, la antítesis.  Seres que no entienden que se puede ser culto y educado y, a la vez, una bestia y un cabrón. Personas a las que cuesta que el mundo y las personas no sean como entienden. Hombres que no entienden que existe lo que debe siempre existir. Un hombre único, un ser independiente y libre, que escapa de atavismos y compromisos. Los compromisos me habían atado. Me veía obligado, autocensurado, cercano a ocultar mi opinión por no incurrir en la ofensa. A ser pacífico sin querer, solo por no mostrar mi violencia. Y eso me hizo vulnerable, atado y víctima de la violencia de los demás. Así pues, aquí termina la andadura de este blog, que anda cansado como su dueño. Quien sabe si volveré aquí en un futuro, en una semana o en unos meses. Si crearé tan solo un blog privado para aquellos que sé que escuchan para ser escuchados. No sé que pasará. Sé que ahora no me apetece más estar expuesto a la idiocia y la mofa de los lerdos.
A vosotros, amigos, os dejo un tiempo aquí donde podéis repasar estos cuatro años de idioteces. Ya sabéis... en el lateral derecho está todo. No volveré a comprometer mi pensamiento ante nadie. pues nadie merece que calle lo que pienso. Nadie. Los compromisos. Los compromisos. Adiós