En medio de la selva de Queensland, en el este de Australia, se encuentra una construcción que parece totalmente fuera de lugar: una villa al estilo modernista, de nombre Paronella Park. Su autor, José Paronella, un inmigrante catalán, la hizo construir para tener un pedazo de su infancia en tierras tan lejanas y la convirtió en un lugar famoso gracias a su hospitalidad.
José Paronella llegó a Australia en 1913 para hacer fortuna e instalarse con su prometida Matilda, que se había quedado en España. Sus negocios fueron viento en popa y encontró, cerca de las cascadas de Mena Creek (unos 120 Km al sur de Cairns), un enclave ideal para la villa que había soñado. Con la intención de instalarse allí, volvió a por Matilde… ¡para descubrir que se había casado con otro! Bueno, peor para ella, pues José se casó con la hermana de Matilde, Margarita, y se marchó con ella de vuelta a Australia, donde ya se estaba proyectando la villa.
José y Margarita se instalaron en la finca a finales de 1929, en una hermosa villa inspirada en el modernismo catalán y en las historias de castillos que le gustaban de pequeño a nuestro protagonista. El resultado fue una villa de ensueño, algo especial en un lugar tan diferente como Australia. La curiosidad que despertó fue tal que José convirtió su villa en una especie de parque temático (Paronella Park), en el que invitaba a mucha gente para bailes, proyecciones de cine e incluso partidas de tenis en una cancha que construyó en los terrenos. También construyó una central hidroeléctrica que, aprovechando el agua de las cascadas, abastecía de electricidad a toda la finca y también parte del pueblo.
Los hijos y nietos de José y Margarita continuaron su legado hasta 1977, año en el que vendieron la propiedad. Por desgracia, una serie de catástrofes naturales (un incendio y un ciclón) devastaron la magnífica villa, reduciéndola a una sombra de lo que había sido. Pero en 1993, Mark y Judy Evans compraron el parque, recuperaron su historia y se pusieron manos a la obra para restaurarlo.
Hoy en día, Peronella Park forma parte del Patrimonio Nacional de Australia. Se puede visitar la villa restaurada, el bosque circundante (unas 5 hectáreas en total) y un museo dedicado a la historia de José Paronella, quien a bien seguro estaría contento de ver que su sueño continúa vivo.