Parque Nacional de Elefantes Addo: paraíso protegido en Sudáfrica

Por Martineznotte Alejandro Martínez Notte @martineznotte

El Parque nació ante la emergencia. Eran sólo 11 elefantes los que habían logrado sobrevivir a dos siglos de matanzas. Los colonos/granjeros fueron los últimos en afanarse en contra de ellos puesto que los veían como un problema para sus cultivos. Incluso el mismo gobierno llegó a autorizar su exterminio.

Corría entonces el año 1931 y el Addo Elephant National Park se volvía imprescindible para la conservación de la especie. Por ello se otorgaron 68 kilómetros cuadrados para proteger a estos animales tan bellos y, a su vez, tan vulnerables. La iniciativa resultó exitosa: el parque creció y hoy suman 1800 kilómetros cuadrados de terreno protegido mientras el número de elefantes ha llegado a los 400.


Estos son los elefantes que viven más al sur de todo el planeta. Tuve el privilegio de ir a visitarlos, luego de cruzar los 72 kilómetros que separan de Port Elizabeth. Esta visita no sólo se trató de los majestuosos elefantes, de verlos caminando solos o en manada, sino también de maravillarme con los leones, rinocerontes negros, cebras, avestruces, hienas, chacales, alcéfalos y búfalos.

Y aún me faltó mucho por ver. Es que al ampliarse su jurisdicción se incluyó al Parque Natural del Cabo de Woody, que se extiende desde la desembocadura del Río Sundays hacia Alexandria, y a una reserva marina, que incluye la isla de St. Croix y la Isla de los Pájaros. Es por esto que el Parque Nacional Addo es el único del mundo en el que se pueden ver los siete grandes en su hábitat natural: elefante, rinoceronte, león, búfalo, leopardo, ballena y tiburón blanco.

Como si esto fuera poco en la isla de los Pájaros es donde habita la colonia de alcatraces del Cabo más grande del mundo así como la segunda mayor colonia de pingüinos africanos. La población animal ha crecido tanto que ahora deben lograr un balance para evitar que esto vaya en desmedro de la diversidad natural del entorno. El turismo masificado también es un factor que debe moderarse, después de todo estamos hablando de trabajo de conservación de especies.

Son muchas las formas de planificar la visita a este hermoso Parque Nacional Addo. Una de las opciones es pernoctar dentro pues hay sitios para acampar, bungalows y casas y hasta un hotel cinco estrellas. Se pueden hacer las recorridas con o sin guía, incluyendo 4×4, rutas a caballo y senderismo. Es importante chequear las horas de apertura y cierre de las puertas de entrada, para evitar cualquier tipo de inconveniente.

No importa cómo elijan vivir esta aventura, de algo estoy seguro: no te olvidarán jamás el haber estado en cercanía de estas criaturas sumamente imponentes. Como un sueño, tenerlos allí es un recordatorio de que debemos cuidarlos y respetarlos.