Parque Nacional de Timanfaya

Por Carlos Nobrega

Es el segundo Parque Nacional más visitado de Canarias por detrás del Parque Nacional del Teide. Se encuentra en la isla de Lanzarote y es con diferencia su mayor atractivo.

Es entrar en un mundo diferente de origen volcánico en el que el calor de la superficie en muchos puntos ronda entre los 80-100 ºC y que ha solo 15 metros se eleva a casi 600ºC.

Para poder conocer un poco mejor Timanfaya nos vamos a referir a las crónicas del Párroco del municipio de Yaiza que relató lo siguiente :

” El 1º de Septiembre (de 1730) entre las nueve y diez de la noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que continuaron ardiendo durante diez y nueve días. Pocos días después un nuevo abismo se formó y un torrente de lava se precipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha Blanca. La lava se extendió sobre los lugares hacia el Norte, al principio con tanta rapidez como el agua, pero bien pronto su velocidad se aminoró y no corría más que como la miel. Pero el 7 de septiembre una roca considerable se levantó del seno de la tierra con un ruido parecido al del trueno, y por su presión forzó la lava, que desde el principio se dirigía hacia el Norte a cambiar de camino y dirigirse hacia el NW y WNW. La masa de lava llegó y destruyó en un instante los lugares de Maretas y de Santa Catalina, situados en el Valle. El 11 de Septiembre la erupción se renovó con más fuerza, y la lava comenzó a correr. De Santa Catalina se precipitó sobre Mazo, incendió y cubrió toda esta aldea y siguió su camino hasta el mar, corriendo seis días seguidos con un ruido espantoso y formando verdaderas cataratas. Una gran cantidad de peces muertos sobrenadaban en la superficie del mar, viniendo a morir a la orilla. Bien pronto todo se calmó, y la erupción pareció haber cesado completamente.

El 18 de Octubre tres nuevas aberturas se formaron inmediatamente encima de Santa Catalina, que arden todavía y de sus orificios se escapan masas de humo espeso que se extienden por toda la isla, acompañado de una gran cantidad de escorias, arenas, cenizas que se reparten todo alrededor, viéndose caer de todos los puntos gotas de agua en forma de lluvia. Los truenos y las explosiones que acompañaron a estos fenómenos, la obscuridad producida por la masa de cenizas y el humo que recubre la isla forzaron más de una vez a los habitantes de Yaiza a tomar la huida, volviendo bien pronto, porque estas detonaciones no aparecieron acompañadas de otro fenómeno de devastación” .

En el siglo XIX, sobre 1824, se producen nuevas erupciones que cesan ese mismo año.

El Parque Nacional abarca unos 51,07 Km² y se estima que en 6 años de erupción casi continuada desde 1730 lanzó un volumen de material de entre 3 y 5 Kilómetros cúbicos. Para que podáis entender la magnitud de esta cantidad os podemos decir que sólo es comparable al de las grandes erupciones fisurales de Islandia donde se han producido algunas de las mayores emisiones de lava registrados en la historia.

El Diablo de Timanfaya nos da la bienvenida al entrar en el Parque. Es todo un símbolo de Lanzarote y lo encontraréis desde ceniceros a colgantes de oro, pasando por llaveros, camisetas y un largo etc. No esta mal como recuerdo de nuestra visita a la Isla.

La duración de la erupción, la multitud de conos volcánicos, el volumen de lava emitida y la superficie que abarca ( casi 1/4 de la isla ) le dieron no sólo el título de Parque Nacional sino también el de Reserva de la Biosfera y el de Zona Especial de Protección de Aves.

Nueve pueblos quedaron totalmente destruidos y enterrados bajo su lava.

Actualmente al entrar hay que pagar una pequeña cantidad, unos 8€ más o menos que se usan para la conservación del Parque. Durante el camino veremos varios cárteles que nos indican los puntos más conocidos de Timanfaya.

Siguiendo la carretera hay una pequeña edificación donde podemos pagar que nos den una vuelta en dromedarios por una zona del Parque así como comprar algún recuerdo. Nosotros no lo hicimos pero si no tenéis otra oportunidad….

Bueno, al final de la carretera llegamos al Centro de Visitantes.

En su interior hay un restaurante en el que se puede comer carne a la parrilla que se hace con el calor que sale de un agujero en la propia tierra. También hacen pequeñas exhibiciones acerca del calor del suelo echando agua en unos tubos del suelo y esperando unos segundos a que salga convertida en vapor formando un mini-geiser artificial.

Desde este lugar ya no podemos seguir con nuestro coche y si queremos ver más del lugar hay que contratar uno de los autobuses que son los únicos a entrar por el Parque haciendo un recorrido fijo que os dejo en esta imagen, esto si merece la pena y no os lo podéis perder.

Estas fotos que os ponemos ahora son del recorrido en autobús por el interior del Parque Nacional bordeando los principales conos volcánicos.

Como anécdota os puedo contar algo que me ocurrió la primera vez que visite Timanfaya hace como unos 20 años y fue que me pare a sacar unas fotos del paisaje y empece a oler a goma quemada, como cuando un coche da un frenazo pero un poco menos intenso. Mi sorpresa fue que cuando volví a la zona asfaltada notaba piedritas clavas en la suela de los tenis. Resultó que se me había derretido o quemado ( más bien una mezcla de las dos ) un trozo de la suela y se me habían quedado un par de pequeñas piedritas soldadas a la goma. Tenía una foto de la suela pero después de tanto tiempo no consigo encontrarla.

Aquí acaba nuestra excursión, no olvidéis que Timanfaya es visita obligada si váis a Lanzarote y que los 8€ de la entrada no son motivo para no hacer esta visita porque los merece de sobra.