Meses pasaron desde que cangrejin empezó a ver el anuncio del parque en televisión, hasta que por fin pudimos visitarlo.
A pesar de nuestra avanzada tecnología, el tener que pasar desapercibidos no nos permite usarla. Por ese motivo, tenemos que desplazarnos con los medios disponibles.
Afortunadamente teníamos dos opciones para visitar el "Parque de la Patrulla" (como lo llama cangrejín). Madrid o Murcia, estaba claro que por distancia, medios y precios de desplazamientos nos convenía ir a Murcia. Ciudad que por cierto nos encanta y donde nos sentimos como en casa.
Así que dicho y hecho, cogimos dos noches de hotel aprovechando un festivo local y nos pusimos en marcha. Desde luego cangrejín era el que más emocionado estuvo durante todo el viaje, menos los ratos que se durmió. Cangrejito, bueno, el no tenía tanta ilusión por ir a ver la patrulla canina, pero al menos íbamos a estar dos noches en un hotel.
El Parque se encuentra en el centro comercial Thader, muy bien comunicado ya vayas en coche o en tranvía como nosotros. El parque en sí es un lugar para celebraciones, cumpleaños, etc donde deben caber así como un trillón de niños.
Por suerte para nosotros, fuimos un viernes por la mañana sobre las 12 del mediodía, y el recinto estaba practicamente vacío. En total seríamos unas 15 personas contando niños y padres, así que ni colas, ni estrés, ni ruido. Pudimos disfrutar de todas las actividades con tranquilidad, tanto tiempo como queríamos y tantas veces como nos apeteciese.
El parque no sólo es de la Patrulla canina, también hay mucho de Bob Esponja, con múltiples actividades. Incluso puedes asistir a las clases de la MRS. Puff y obtener la licencia para pilotar botes.
Después puedes pilotar uno por un circuito. Yo tuve que subir con cangrejín por que el era muy pequeño para ir solo, yo no soy muy grande, pero me fue difícil meterme allí, pero casi lo fue más salír, por poco tienen que llamar a los bomberos.
No solo era en 3D si no que además los asientos se movían un poco y nos tiraban aire y agua, reo que fue una de las actividades donde lo pasamos mejor y más nos reímos.
También subimos a una atracción que hay dentro del recinto. Una de estas de feria en la que te subes a unos aviones, naves, etc y va dando vueltas mientras sube y baja. Yo pensaba que cangrejito se iba a asustar y tendrían que parar para que bajáramos. Pero todo lo contrario, gritaba y se reía tan alto que era foco de la mirada de los que estaban por allí.
Al final, un día fantástico en el que disfrutamos todos un montón, incluso cangrejito reconoció que se lo había pasado muy bien. Así que probablemente repetiremos en algún momento.