Debido a la magnitud del parque, lo recomendable es visitarlo en auto o cualquier otro vehículo. Para aquellos que no cuenten con un auto o movilidad propia, en la entrada misma del parque se encuentran paradas de diferentes autobuses que realizan el recorrido desde la base hasta el Cerro de la Gloria, punto más alto del predio. Además el recorrido de estos autobuses cuentan con paradas intermedias en las que se puede descender y que son de gran interés, tales como la Fuente de los cinco continentes, los bosques del parque, el Zoo, el cerro y el Anfiteatro de la Vendimia, ubicado detrás del mausoleo del General San Martín.
Pero si no se quiere realizar la recorrida a través del transporte público, en la puerta misma de la Oficina de Información Turística ubicada frente a los caballos de Marly, puede contratarse un servicio de combi que realiza la ascensión al cerro y que permite la posibilidad de bajarse en el Zoo o regresar al punto de salida. El costo del billete es de $15 y salen cada media hora.
Una vez atravesado el pórtico de estilo francés - y que remite indefectiblemente a ciertos rincones parisinos e incluso londinenses - lo primero que se ve son dos caballos creados por el arquitecto y escultorGuillermo Coustou, los cuales se pensaron para ser puestos en los jardines de Marly, en la ciudad luz pero ante la magnitud de la obra del parque se decidieron a que ocupara un sitio de privilegio en la entrada principal y oficiar de anfitrión en la ancha avenida repleta de árboles que atraviesa el predio.
Pese a que muchos intenten recorrerlo a vuelo de pájaro y estén allí algunos minutos, el mejor consejo es que para apreciarlo bien y analizar algunas de las maravilas escultóricas que lo conforman merecen al menos una visita de una hora.
Sobre la base de piedra que oficia de pirámide arquitectónica, en sus cuatro lados abundan las imágenes más importantes en la historia del Libertador y del Cruce de los Andes. En la punta de la pirámide, la representación de la Gloria (pensada con formas femeninas y con las cadenas rotas en sus manos) se alza como verdadero ícono de la gesta sanmartiniana.
Representación de la Gloria tras el Cruce de los Andes. Nótense las cadenas rotas de las que habla el himno nacional
Escena que representa a los trabajadores que reciben instrucciones para preparar elementos para el cruce de los Andes
La Asociación de Damas Patricias le entrega a San Martín lo recaudado para la gesta del cruce de los Andes
Escena que muestra la colaboración de jóvenes ayudantes que apoyaban al ejército durante el cruce
En la base del cerro pueden verse varios muros dedicados a la memoria del General. El que se ve en la foto fué mandado a construir por el Gral. Juan Domingo Perón y hay dos más; uno de la comunidad judía y otro de la Asociación Sanmartiniana.
Una vez admirado el mausoleo y cuando se comienza el descenso hacia la base del parque, se puede apreciar desde las alturas, el moderno anfiteatro ubicado en el cerro mismo y que sirve de escenario para la famosa Fiesta de la Vendimia y otros eventos de tipo cultural y artístico. Llegar hasta él en épocas que no está destinado a espectáculos puede resultar complicado, por lo cual lo más recomendable es verlo desde la ladera del cerro o bien esperar a la época de la Vendimia y planear, por que no, un nuevo viaje.