Al llegar a la Plaza Real, decidimos tomar un tranvía hasta el Palacio de Justicia, ya que cuando haces uso del ticket, tienes 1 hora para subir y bajar en transporte publico las veces que desees sin tener que "picar" de nuevo. Asi que aprovechamos y otro viaje de 10 minutitos que nos ahorramos. Asi que nuestra primera visita fué al Palacio de Justicia, un impresionante edificio que durante decadas fué el edificio mas grande del mundo. En él se encuentran los tribunales de Justicia de Bélgica. Lástima que esta toda la fachada en obras...
Su interior tambien es sorprendente. Nada mas entrar te encuentras con un vestíbulo abierto donde los techos están a mas de 100 metros.
Volvimos deshaciendo el camino del tranvia por Regentschapsstraat hasta llegar a la iglesia Notre Dame du Sablon. A mi me encantó, y es que por norma general las iglesias y catedrales me llaman mucho la atención, siempre que voy a una ciudad desconocida me gusta visitarlas, aunque sea por fuera. Su estilo es gótico y gracias a sus vidrieras se llena de luz su interior.
Desde ahí bajamos atravesando la Plaza du Grand Sablon hasta llegar a la otra iglesia, Notre Dame de la Chapelle. Esta tiene mezcla de gótico y románico, y no es tan impresionante como la anterior. Me llamó la atención encontrar en su interior una imagen de Nuestra Señora de la Soledad con una bandera española.
Esa tarde teníamos previsto visitar Lovaina, pero como él no se encontraba muy allá, decidimos quedarnos en el hotel hasta media tarde, salir solamente a dar una vuelta por el centro, tomarnos algo tranquilamente, cenar y para casa.