En mayo del 2013, Evo Morales, presidente institucional de Bolivia, no dudó en expulsar de su país a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a la que acusó de "seguir conspirando" contra su gobierno. Casi dos meses más tarde, es Europa quien descubre que su amigo, Estados Unidos, ha instalado micrófonos hasta en los baños del Parlamento Europeo. Pero, en lugar de tener en cuenta la grave acusación de Adward Snowden, ex agente de la CÍA, los gobiernos europeos se dedican a hacer el juego a los norteamericanos y a desconfiar del resto, sobre todo de los gobiernos suramericanos. Cuatro países de la Comunidad Europea –Francia, España, Italia y Portugal– sospechan de Evo Morales, presidente de Bolivia, quien, tras participar en un foro de países exportadores de gas en la capital rusa, se dispone a regresar a su país. Los norteamericanos presienten y presagian, sin ninguna prueba, que Snowden pueda esconderse en su avión y los cuatro países europeos se disponen a impedirlo, haciendo suyos los temores de la CÏA. E impiden que el avión en el que viaja Evo Morales vuele su espacio aéreo bajo la excusa de que podría haber embarcado con él el ex agente perseguido por los americanos. Durante doce horas, el aparato presidencial boliviano es retenido en Austria, sin percatarse de lo baldío de la sospecha, y sin que pueda proseguir el rumbo a su país. "Fue una excusa –explica Morales–, para tratar de amedrentarme, intimidarme y escarmentarme. Un pretexto para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación". El mandatario boliviano califica los hechos como de "error histórico". Y destaca, no falto de razón: "No se trata de una provocación hacia mí, sino a Bolivia. Ya es hora de que nos liberemos del imperio norteamericano. Ya no estamos en el tiempo de las colonias". Europa se convierte de facto en una estrella más de la bandera norteamericana, como Puerto Rico, sometiéndose a los deseos de los yanquies y retiene durante horas el avión en el que pudiera esconderse el "traidor" norteamericano. El conflicto diplomático abierto pone en riesgo las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. Alí Rodríguez, secretario general de la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), informa que se celebrará una reunión extraordinaria para analizar la situación, a petición del Gobierno de Ecuador. Por su parte, el presidente de Bolivia manifiesta, antes de proseguir su camino, que se estudiarán las posibles medidas jurídicas "para que haya más respeto". Considera que "la respuesta debe ser unánime, de rechazo y condena a esa acción". Y señala que los vuelos hechos ponen en riesgo la celebración de las cumbres iberoamericanas, pues no tiene sentido afianzar nexos con España, si se impone a aeronaves bolivianas condiciones para el paso por la nación europea.
Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, remite una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que le trasladaba "nuestro repudio y rechazo absoluto" tras haber tenido un conocimiento inicial "de la intolerable situación a la que se ha visto abocado el presidente de Bolivia, Evo Morales, obligado a realizar una escala en la ciudad austriaca de Viena debido a la negativa inicial de varios países europeos, entre ellos España, de permitirle sobrevolar el espacio aéreo" de estos países. Lara señala que "la inmunidad del presidente Evo Morales ha sido quebrantada en aras de lo que no puede ser catalogado más que como la sumisión de unos países, entre ellos España, ante los intereses impuestos por la Administración estadounidense. Hechos como éste ocasionan un terrible daño a las relaciones que mantienen España y la Unión Europea con los países de América Latina y el Caribe". Antes de conocer la posterior evolución de los acontecimientos y las horas que Morales y su séquito permanecen retenidos en Viena, el máximo responsable de IU reclama a Rajoy "que cese de inmediato en su actitud de impedir el libre tránsito del presidente y jefe de Estado boliviano, facilitándole las condiciones necesarias para que pueda continuar el viaje de regreso a su país". Willy Meyer, eurodiputado de IU y vicepresidente de EUROLAT –la Asamblea Parlamentaria de la Unión Europea-América Latina y Caribe–, también envía una misiva en parecidos términos a los co-presidentes de la misma, José Ignacio Salafranca y Leonel Búcaro, en la que, ante el "trato vejatorio" dispensado al máximo mandatario boliviano, les propone "que la mesa directiva elabore un comunicado de solidaridad con el presidente Evo Morales, con el pueblo de Bolivia, y de recriminación a las autoridades de Francia, Portugal, Italia y España" por su actuación. "Considero absolutamente inaceptable el trato inamistoso e intolerable dado a Evo Morales, que no se corresponde al de un presidente, al condicionar las autoridades el plan de vuelo a una revisión de la aeronave para comprobar que Snowden (ciudadano norteamericano y ex agente de la CIA) no viajaba en el avión presidencial". En su carta, añade que "la subordinación de la UE a los intereses de los Estados Unidos de América es tal que deja a la UE sin capacidad real de convertirse en un referente estratégico" con los Estados situados en esa importante zona geográfica. Meyer apostilla en su escrito que "como europeo siento vergüenza del comportamiento de las autoridades de esos países (en referencia a Francia, Portugal, Italia y España), máxime, cuando la UE está sufriendo una operación de espionaje de las agencias de inteligencia norteamericanas de forma sistemática y generalizada al margen de la ley".
El presidente boliviano asegura que tanto Francia como Portugal e Italia han dado su consentimiento y que es solamente España quien aún lo está consultando, “con su amigo Estados Unidos, seguramente”. Las autoridades austriacas niegan que Snowden se encuentre a bordo, a pesar de lo cual tanto la tripulación como Morales pasan la noche en la sala VIP del aeropuerto, durmiendo sobre sillones. Alvaro García, vicepresidente de Bolivia, dice que Morales “está secuestrado por el imperialismo” mientras el presidente de Perú, Ollanta Humala, convoca una reunión urgente de la Unión Suramericanade Naciones para debatir el caso. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, amigo de “chinchar” a los norteamericanos siempre que puede, comenta que lo que se lleva de Rusia a casa son unos acuerdos estupendos de gas y petróleo, pero nada de Snowden, a pesar de haber desvelado su convicción de que el joven espía “ha hecho algo muy importante para la humanidad, un favor a la humanidad, ha dicho grandes verdades para destruir un mundo que está controlado por una élite imperialista americana”. El ministro de Exteriores boliviano, David Choquehuanca, revela que “después de algunas explicaciones de algunas autoridades (de estos países), nos informamos de que había algunas sospechas infundadas de que el señor Snowden estaba en el avión”.Choquehuanca niega rotundamente que el ex espía vaya en el avión de Morales. “No sabemos quién se ha inventado esta soberana mentira. Nosotros no podemos mentir a la comunidad internacional y llevar pasajeros fantasma”, zanja. Morales denuncia que las autoridades españolas han intentado registrar su avión. El Gobierno boliviano considera que este incidente es un “atentado” contra Morales, ya que se ha puesto en peligro la vida del líder indígena. Los países latinoamericanos cierran filas en torno a La Paz y condenan la actitud de Europa.
“Tras permanecer en el aeropuerto de Viena durante más de 13 horas –decía el miércoles el editorial de El País–el avión presidencial de Evo Morales pudo finalmente reemprender el regreso a Bolivia, previa escala técnica en Canarias, en un episodio cuya parte esperpéntica no debe velar la política: una crisis diplomática sobre la base de una humillación gratuita a la que se ha visto sometido un jefe de Estado. El avión del presidente boliviano, que había asistido en Moscú a una reunión de países productores de gas, tuvo que aterrizar en la capital austriaca porque varios países habían denegado el permiso para sobrevolar su espacio aéreo en el camino de vuelta. ¿Razón? La mera sospecha de que el exanalista de la Agencia Nacionalde Seguridad de EE UU, Edward Snowden, perseguido en su país por desvelar un espionaje masivo, podía viajar a bordo. La retención fue considerada con razón una afrenta intolerable y Evo Morales recibió la solidaridad de varios países latinoamericanos, desde Argentina, Ecuador, Venezuela y Nicaragua hasta Chile y Uruguay, entre otros. Aunque el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, exageró al afirmar que Evo se encontraba “secuestrado” en Europa y que se había puesto en peligro su vida, lo cierto es que el trato no tiene precedentes y contraviene los tratados y las reglas de la diplomacia internacional, que dota de inmunidad a las naves en que las viajan los jefes de Estado. El hecho es que la búsqueda de una persona reclamada por la justicia estadounidense ha arrollado las normas que protegen a un presidente de otro país. Y detrás de este hecho se encuentran las enormes presiones que ejerce EE UU sobre sus socios europeos para detener a Snowden, y la vergonzosa facilidad con la que algunos de ellos se pliegan a esas presiones, en contraste con la cautela y timidez mostradas a la hora de defender a sus ciudadanos frente a las injerencias de los servicios secretos norteamericanos en las comunicaciones tanto de particulares como de organismos públicos y medios de comunicación. Sin negar el derecho del Gobierno de Obama a castigar a quienes hayan infringido sus leyes, la persecución del delito debe hacerse siempre con escrupuloso respeto a la legalidad nacional e internacional y sin recurrir a presiones para forzar conductas en absoluto justificables. El presidente Obama corre el grave riesgo de que la persecución de Snowden acabe aumentando aún más el descrédito que ya le ha causado el grave episodio del espionaje”.
Resumimos en cinco fotos la situación actual. Con el último escándalo diplomático, hoy, el mundo está dividido entre morales e inmorales. Golpe de Estado en Egipto, en donde el teniente general Abdel Fattah el Sissi se dirige a la nación y anuncia el derrocamiento de Morsi. El Ejército dispara contra sus seguidores y mata a varios manifestantes, dejando una treintena de muertos. El líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, reaparece: “Sacrificaremos el alma por Morsi”. El presidente interino disuelve el Parlamento y nombra a otro jefe de Inteligencia. Mientras tanto, la bandera americana aparece mostrando sus verdaderos símbolos, los países árabes siguen con sus pautas y, en Benaocaz, municipio españo de la provincia de Cádiz (Andalucía) se prohíbe jugar a la pelota en plena Plaza de las Libertades.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha amenazado con cerrar la Embajada de Estados Unidos en La Paz al considerar que la Casa Blanca está detrás de la decisión de varios países europeos de cerrar su espacio aéreo a su avión ante la sospecha de que el ex agente de Inteligencia Edward Snowden iba a bordo.