Aun dotados de todos estos medios la entidad no facilita a las personas que se sienten agraviadas por el uso de uno de sus productos financieros, como en mi caso las participaciones preferentes, una vía de sencillo acceso en la cual estar informados al día de su situación. Lo mismo me sucedía tiempo atrás con uno de los depósitos contratados en los que no disponía de la posibilidad de estar informado en el momento que lo desease de los rendimientos del mismo.
En el caso de las participaciones preferentes, me genera mucha impotencia el hecho de observar que ninguna de las entidades financieras que los comercializaron responder por ello. Lo que encuentro inmediatamente al desear información al respecto empleando los motores de búsqueda es información que los propios afectados han volcado en la red y de noticias referidas al asunto pero no encuentro ninguna disculpa pública por parte de los responsables de las entidades financieras. Con lo que simplemente me quedo con la idea en la cabeza de que es imposible que una empresa quiere que la crea cuando me dice que el problema se solucionará si ellos no asumen sus responsabilidades. En definitiva, no puede haber credibilidad sin responsabilidad.