Particularidades litúrgicas del Domingo III de Adviento, "Gaudete".

Por Santos

El Domingo III de Adviento, se llama "Gaudete", debido a la tradicional antífona de entrada de la Misa: "Gaudete in Domino semper. Iterum dico: Gaudete. Dominus prope est". Una de las tantas traducciones puede ser: "Regocíjense siempre en el Señor. Repito: Regocíjense, pues Él está cerca", Flp. 4, 4. 5b. Este domingo se caracteriza por ser una invitación a la alegría, en los textos bíblicos y eucológicos. La "moderación" que las normas de la Iglesia prescriben para el tiempo de Adviento, en lo que atañe al uso de las flores y de los instrumentos musicales, no rige para este domingo.

El color de la casulla, en lugar de morado, puede ser el rosado, intermedio entre el blanco, símbolo de la alegría, y el morado, propio del tiempo de recogimiento y preparación. (Ver foto que ilustra el artículo del Santo Padre ayer, en la visita pastoral a la parroquia romana "Santa María de las Gracias"). De este color pueden ser también el paño que suele colocarse en la parte de adelante del Altar (se llama "frontal" o "antipendio"), el de delante del ambón, el "cubre cáliz", la bolsa del corporal, el cíngulo (el cual, por cierto, siempre puede ser del color del día), y el conopeo. Y hasta las hijuelas. De haber diáconos, pueden usar dalmáticas de este color.

Si se tiene la Corona de Adviento, es aconsejable que el tercer cirio que se debe encender hoy, sea de color rosa. Sería oportuno que este color predominara además en las flores naturales, las que, en cualquier caso, deben ser más que en los otros domingos de este tiempo, aunque no tantas, ni tan variadas como las de la Noche, el Día y el tiempo de Navidad. Es necesario explicar todo esto a los fieles, a fin de que su participación en las celebraciones sea más fructífera.

A quien quiera profundizar en el interesante tema de los colores en la liturgia, le aconsejo esta página: http://liturgia.mforos.com/1699120/8236503-los-colores-liturgicos/

Que María, "Causa nostrae laetitiae", les haga saborear esa misma alegría que es fruto del Espíritu Santo.

10 de diciembre de 2011, I vísperas del Domingo De Gaudete, III de Adviento.

Rodolfo Roberto Reynoso.