El título de esta nota es el nombre que debería corresponder a las siglas del PP, al menos a juzgar por la larguísima lista de falsedades, engaños, insultos, y el inmenso cinismo que demuestra Rajoy en cada discurso desde que desgraciadamente se inició la campaña.
Resulta que un señor que no ha enfrentado ni uno solo de los muchos problemas del país durante su mandato, desde el problema catalán al de los desahucios, las pocas veces que se ha decidido a actuar se ha limitado a esconderse detrás de la Ley para defenderse aplicándola como les conviene y siempre según su peculiar versión, ha evitado tomar la más insignificante decisión y ha dejado que los temas se pudrieran uno tras otro, y en el tema económico se ha limitado a cumplir órdenes aplicando unas medidas impuestas que han complicado la salida de la crisis en vez de facilitarla, con el único matiz de que lo ha hecho como le gusta a la Loca de Berlín, es decir aplicando la austeridad y los aumentos de impuestos a los ciudadanos de a pie, mientras en relación con la evasión fiscal y la desastrosa Administración Pública española se ha limitado a una capa ligera de barniz, ahora, en plena campaña, y basándose en la estupidez y la falta de memoria de muchos españoles, se presenta como el mejor gestor público del mundo y parte del extranjero.
En una campaña electoral quien más quien menos barre a fondo para casa, pero quizás imbuidos del espíritu de dictadura con que se han tomado su mayoría absoluta, el PP se maneja en esta campaña electoral como si tuviese un derecho inalienable a mandar en España y el resto de partidos estuviesen cometiendo la inmoralidad de oponerse.
En sus deplorables discursos Rajoy ha soltado muchas barbaridades, mentiras y falsedades, pero a mí me han dejado flipando dos de ellas muy recientes, porque son el paradigma absoluto del cinismo y la nula vergüenza.
Primera barbaridad: entre una lista de grandes logros que su gobierno ha conseguido para Catalunya, a la que por supuesto ha salvado de la ruina aportando miles de millones de Euros, tuvo la desfachatez adicional e increíble de insinuar trato de favor en la construcción de infraestructuras y dentro de ellas lo que me dejó anonadado es que mencionase el impulso que su gobierno ha dado al Corredor Mediterráneo, infraestructura que el Partido Patraña no solo lleva décadas anulando cualquier intento de construirlo, y sigue haciéndolo, sino que a propósito lo mantiene en un estado deplorable a pesar que circula por los territorios que generan mayor tráfico y el 60% de las exportaciones. Jamás pensé que alguien pudiese hacer tal demostración de inmoralidad y deshonestidad perversas por la cara, sin disimulo, ocultación o justificación alguna, aunque si lo hace es porque hay imbéciles que se lo creen y le dan la razón.
La segunda barbaridad que me dejó casi mareado la soltó en una de esas letanías de mentiras sobre sus grandes logros en economía, en la que se atrevió a decir “ya nadie habla del paro”. Será en su casa porque, aparte muchos otros españoles, poco menos que uno de cada cuatro trabajadores del país todavía habla del paro todo el santo día porque está en él.
En el programa de Josep Cuni en 8 TV que veo por la noche siempre que puedo, uno de los tertulianos hizo un cálculo sobre unas cifras que soltaron Rajoy y González Pons sobre creación de empleo, y llegó a la conclusión que, de ser cierto aquel rebuzno a dúo, a partir de la segunda mitad del 2019 España deberá importar masivamente trabajadores extranjeros para cubrir la avalancha de puestos de trabajo creados.
Otro personaje del Partido Patraña me dejó también viendo visiones, cuando en un debate entre candidatos a la alcaldía de Madrid Esperanza Aguirre, siguiendo el sistema PP y su natural descortesía con quien no le da siempre la razón, olvidó cualquier comportamiento con maneras civilizadas, y atacó a Manuela Carmena, de Ahora Madrid a lo bestia, pero sobre todo, como mandan las formas de su partido, con falsedades, y entre una sarta de descalificaciones muy cercanas al insulto enunció el decálogo del buen gobernante que según doña Esperanza y al contrario que el resto de candidatos y sobre todo la candidata Carmena, ella cumple a rajatabla, y dentro de estas reglas sagradas incluyó nada menos que el estricto cumplimiento de la Ley. Una vez más un ejemplar del Partido Patraña demuestra su nula vergüenza y deshonestidad con una afirmación que se da de bofetadas con su comportamiento cotidiano, diciendo que cumple estrictamente la Ley quien atropella a agentes de la Policía Municipal, huye de la policía, no obedece cuando le dan el alto y se niega a entregarse a la policía cuando se presentan en su casa, para que después su partido, el que cumple la Ley a rajatabla, demostrando su dominio del Poder Judicial le busque un juez que de carpetazo al asunto, y todos contentos, menos los policías que cumplían con su deber, que si se encuentran con doña Esperanza de Alcaldesa ya pueden ir buscando trabajo.
A la pobre señora Aguirre se le olvidó añadir que ella y su partido cumplen estrictamente las leyes según su propia versión e interpretación, que por supuesto no tiene porque ser la misma en cada caso, y casi siempre consiguen que dichas leyes, de criterio personal y cambiante, sean aplicadas por alguno de los muchos jueces que les obedecen sin chistar.
Cuando ya había escrito esta nota le he oído decir a Rajoy que España es el líder absoluto de la economía europea. ¡¡Pobres países europeos, porque si España es el gran líder, sus tasas de paro deben andar por el 50% e incluso superiores!!. En resumen, patraña tras patraña del Partido Patraña.