Dentro de su filmografía también está: How to Bridge a Gorge (1942), Tulips Shall Grow (1942), Mother Goose Stories (1946), The Story of Little Red Riding Hood (1949), Mighty Joe Young (1949), The Story of Rapunzel (1951), The Beast from 20,000 Fathoms (1953), It Came from Beneath the Sea (1955), The Animal World (1956), 20 Million Miles to Earth (1957), The 7th Voyage of Sinbad (1958, The Three Worlds of Gulliver (1960), Mysterious Island (1961), Jason and the Argonauts (1963), First Men in the Moon (1964), One Million Years B.C., The Valley of Gwangi (1969), The Golden Voyage of Sinbad (1974), Sinbad and the Eye of the Tiger (1977), Clash of the Titans (1981), The Story of The Tortoise & the Hare (2003).
Maravillado al ver King Kong de Willis O'Brien decidió dedicarse a la animación basada en el mecanismo de paro de la cámara (Stop motion), los personajes eran muñecos articulados, algunos hasta con 85 puntos de movimiento, que eran movidos secuencialmente, un movimiento por vez, luego fotografiados y movidos nuevamente, cuando Harryhausen animó la secuencia de los esqueletos (1963), éstos medían entre 20 y 26 centímetros, cada uno tenían cinco partes movibles y eran un total de siete lo que equivale a decir que para cada fotogramas de esta secuencia que duraba 1/24 de segundo cambiara, el animador tenía que hacer 35 movimientos sincronizados y coordinados con el movimiento de los actores en vivo. La secuencia tardo en animarse cuatro meses y medio. Toda una proeza de sincronía y paciencia.
El genio de Harryhausen fue de poder dar vida a sus modelos. Si eran dinosaurios prehistóricos o criaturas mitológicas, en las manos de Ray ya no eran simples marionetas, sino que se convirtieron en personajes por su propio derecho, y fueron tan importante en la historia narrada como los actores con los que actuaron, y en algunos casos fueron hasta mas trascendentes.
Hoy en día, la Fundación Ray & Diana Harryhausen, fundación benéfica creada por Ray el 10 de abril de 1986, está dedicado a la protección del nombre de Ray y el la integridad de su obra, así como el archivado, preservación y restauración de su extensa colección.
En realidad cuando este tipo de artistas abandonan esta realidad, finalmente lo que hacen es subir al reyno del reconocimiento mundial.
Adios Mr. Ray Harryhausen con su trabajo le dio alegría y fantasía a muchos.