El nacimiento es para tu bebé un momento único en su vida y es el tiempo en el que realiza la transición desde el ambiente cálido y seguro que representa tu vientre hacia un nuevo mundo dónde su cuerpo recibirá infinidad de estímulos y en instantes comenzarán para él cambios físicos, como el inicio de la respiración o la percepción de sensaciones térmicas y auditivas. Si realizas ese proceso de una manera serena le ofrecerás a tu bebé una bienvenida sosegada y tranquila. Para ello existe cada vez más difusión de un método que le proporciona al recién nacido esa transición relajada: El nacimiento en agua.
El cambio al exterior
Cuando el cuerpo del bebé sale completamente hacia un ambiente acuático y después de unos segundo es sacado del agua y llevado hacia el pecho de su madre, encuentra un cambio gradual que le permite asimilar esta experiencia de una manera agradable y formar un grato recuerdo.
Aunado a esto, el recién nacido se mantendrá alerta y receptivo a su alrededor durante la primera hora después de su nacimiento, ya que no estará saturado de sedantes, lo cual facilitará el inicio inmediato de la lactancia. También será una oportunidad para que la madre abrace a su pequeño y mire frente a frente a ese nuevo ser que le observa a los ojos buscando en ellos la tranquilidad de saberse amado.
Disfrutar el parto
Además de estos beneficios que puedes ofrecer a tu bebé, también consigues ventajas para ti si decides tener un parto en agua, ya que el líquido a una temperatura templada contribuye a calmar las sensaciones de dolor que se presentan durante el proceso de parto, lo que te mantendrá más relajada y podrás concentrarte en vivir completamente consciente la maravillosa experiencia de dar a luz. Seguramente al encontrarse sin tensión las probabilidades de que los músculos de tu cuerpo tengan algún desgarre disminuyen drásticamente, razón por la cual podrás también gozar de una recuperación más rápida y menos complicada que en el caso de una intervención quirúrgica.
Seguridad
Para que el momento transcurra sin complicaciones es necesario que lleves una vida saludable y tu embarazo sea de bajo riesgo. Esto facilita el proceso enormemente, pues tu bebé a su vez, será un ser sano y fuerte que podrá nacer de forma natural.
Uno de las principales dudas consiste en saber de qué manera el bebé sobrevive durante la transición, pero no debe existir ningún temor pues mientras permanece en el agua sigue recibiendo el aporte de oxígeno desde la placenta. Una vez sale a la superficie, comenzará el cambio para llenar sus pulmones de aire por primera ocasión.
Una herramienta más
Aun y cuando no existe riesgo para ninguno de los dos, es importante resaltar que el parto en agua no debería ser considerado como un fin sino como un medio más para que recibas de manera gentil a tu bebé. Los beneficios que el líquido ofrece, tanto si permaneces sumergida o sólo recibes una ducha, pueden ser aprovechados en las primeras fases del parto y recibir a tu bebé fuera del agua.
Fotografía de Jason Lander licencia de Creative Commons