En febrero de 2022 transitamos la mítica ruta nacional 40, por el tramo de los 73 km malditos, sector sin pavimentar, y en la orilla del camino vimos algunas especies esteparias al pasar por las cercanías del lago Cardiel.
Un lugar que conocía de muchos años atrás como una mancha casi circular en los mapas y que en ese momento se volvía realidad ante nuestros ojos.No había muchas especies en ese sector castigado por los vientos, las escasas lluvias y los fríos invernales.Solamente cruzamos guanacos, un piche, pocas aves y lo más extraño de todo unos observadores de aves en esa inmensidad.Lo que más nos entretuvo fueron una tropilla de guanacos, con varias crías que todavía amamantaban y una bandada del bonito chorlo cabezón, difícil de discernir entre los pastos.Unas imágenes de lo que vimos en esas breves paradas en cercanías del Cardiel.Guanaco (Lama guanicoe)
Agachona chica (Thinocorus rumicivorus)
Chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis)
Chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis)
Chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis)
Choique (Rhea pennata)
Piche patagónico (Zaedyus pichiy)
Observadores de aves
Lago Cardiel