Pero no por sus excentricidades ni formas estridentes, todo lo contrario. Es una obra maestra por saber reinterpretar prendas de estilo diario en verdaderas piezas de diseño, destilando elegancia pero sin perder su toque actual y urbanita.
Nicolas Ghesquière al frente de la firma, ha dado rienda suelta a su imaginación embarcándonos en un viaje al reino de los volantes y la frescura.
Las faldas de estructura asimétrica juegan a ser pañuelos y los vestidos de tono pastel se convierten en los reyes de la temporada.
No faltan las camisas sin mangas o los pantalones de pinzas.
Para los complementos, hubo lugar para los bolsos polvera y los zapatos oxford con tacón.
¿Qué te ha parecido esta colección? ¿Te gusta la Primavera de BALENCIAGA?