Sin giros dramáticos de guión, ni buenos ni malos y tampoco un romance épico; lo que nos ofrece este melodrama es una historia sencilla muy bien contada que gira alrededor de la amistad que surge entre una anciana cascarrabias y su encantador chófer durante más de veinticinco años. Dos actores de nivel, situaciones cotidianas, ganas de hacerlo bien y la ausencia de escenas lacrimógenas son algunas de las piezas que componen esta agradable película que, sin ser una obra maestra, es capaz de hacerse un hueco en el corazón de todos los que la hemos disfrutado.Mi puntuación: 7/10