humana entre la cal de la calle, paraíso de la mirada. ¿Cómo nace la
hermosura de ti? ¿Cómo se muda tu áspero y calizo espíritu en tu mármol
humano?
Juan Bernier
Se intuye la nueva estación, se nota en el aire. Pasado el estío, ahora si es posible otra luz.
Aún no tenemos constancia de tu otoño, las hojas se niegan a caer, la calidez impera, y, hay días que no sabes que ponerte. Es el tiempo de los locos –decimos aquí-, el caos en la indumentaria es total.
Camino tus calles sin rumbo fijo dejándome llevar por la intuición, sé que al final terminaras sorprendiéndome sin saber cómo, y da igual las mil veces que he pasado por ese lugar, siempre me descubres algo nuevo.
El momento que los fotógrafos llaman la hora azul, me pilló en la calle J. María Rey Heredia (matemático cordobés del S. XIX). Aún conserva el trazado de uno de los ramales del Kardo Maximus de la Colonia Patricia… ¡la de historia que tiene esta calle! Me gusta esa combinación de luz natural y eléctrica
Noche fabricadora de embelecos, loca, imaginativa, quimerista, que muestras al que en ti su bien conquista, los montes llanos y los mares secos;
habitadora de celebros huecos, mecánica, filósofa, alquimista, encubridora vil, lince sin vista, espantadiza de tus mismos ecos;
la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solícita, poeta, enferma, fría, manos del bravo y pies del fugitivo.
¡Que vele o duerma, media vida es tuya; si velo, te lo pago con el día, y si duermo, no siento lo que vivo.
Lope de Vega
La noche, el gato y yo. El pequeño felino ni se movió cuando pase por su lado, nos miramos y me pareció adivinar lo que pensaba: ¿A dónde irás tu por aquí?
Ya en la Ribera, me asomé para ver la seda de tu rio