Paseos por Berlín

Por Lamaletademarta

Pasear por Berlín despierta muchas emociones. En cada fachada, en cada baldosa, se registran páginas y páginas de historia cuyas energías están más presentes que en ninguna otra ciudad en la que haya estado. Estas sensaciones se entremezclan con el aire bohemio, moderno y cosmopolita que derrocha una ciudad en la que el Arte es sin duda uno de sus principales atractivos. Y es que los berlineses tienen un sentido de la estética y del reciclaje que me encanta. Estoy enamorada de sus calles, llenas de colorido; de sus originales collages, que evocan tantas ideas; de sus museos, espectaculares incluso al margen de las obras que albergan; y, en general, de su esencia.

Que cada esquina imprima ese sinfín de huellas artísticas resulta inspirador, tanto para sus habitantes como para quienes la visitamos. Sólo así se entiende que tantos creativos encuentren en Berlín una sede idónea para expresar su talento.


Hay tanto que ver en la que es, seguramente, una de las ciudades más interesantes de Europa, que al regresar nos invadía la sensación de que la conocimos muy poco. Aún así, trataremos de recoger lo que hicimos en los cinco días -bien aprovechados- en los que formamos parte de ella. 
IMPORTANTE: 

La Metro Welcome Card

Una tarjeta fabulosa que se compra en el aeropuerto y que está llena de ventajas.  Nosotros la amortizamos sobremanera. No hicimos cola en los museos y creedme, lo del Museo Pérgamo solamente lo había visto en el concierto de Beyoncé. Con la tarjeta llegamos hasta la misma entrada, ignorando la tremenda cola así como a quienes la conformaban, con esas miradas arrepentidas que parecían querer decirnos: 'Yo también me la debería haber comprado'. Pues bien, al llegar, le enseña uno al señor la acreditación y a disfrutar del museo y del 'gustico' que da pasar a los sitios tan rápido.

En la primera jornada dedicamos toda mañana al vuelo, así que llegamos a nuestro hotel, el Check Point Charlie, a la hora de comer. Nuestro alojamiento nos gustó, está en una zona turística, es nuevo, el más moderno de los que hemos visto y muy barato, como todos los hoteles berlineses. Sin embargo, en nuestra próxima visita a la capital de Alemania trataremos de hospedarnos en la Plaza de Alexander Platz, ya que nos encantó el ambiente nocturno de la zona, mucho más abultado que en las zonas comerciales -la calle Fiedrichstrasse es una de las más transitadas durante el día- y de turismo puro.
RÍO SPREE

Después de comer en el Restaurante So, recomendado por Laura, fuimos caminando hacia el barrio turco. También podríamos haber ido en metro hasta la parada Kottbusser Tor U1 o U8, pero pagamos la novatada al pensar que tal vez Berlín no fuera tan gigantesco. Aunque era agosto, a las 3 de la tarde estábamos a unos 25 grados, por lo que el paseo fue encantador.


Nuestra primera parada parecía un auténtico oasis: el río Spree. La zona verde del plano estaba llena de gente dibujando, comiendo, leyendo, tomando el sol, charlando, bebiendo cerveza, etc.



Gente de lo más variopinta, cisnes, helados a 90 céntimos en Laura y terracitas artísticas. Vaya, el lugar perfecto para reposar la comida, y en el que se inspiraron también multitud de pintores, como dos de mis preferidos: Miguel Barnés y Ricardo Avendaño.

BARRIO TURCO

Seguimos paseando hacia el este y llegamos Kreuzberg. Nos integramos entre sus calles, respirando el delicioso aroma de sus apetitosos kebabs y contemplando los comercios típicos del pueblo turco. Un pueblo que llegó a Berlín tras la II Guerra Mundial para proporcionar la mano de obra necesaria para su reconstrucción.  Aquí y aquí hay mucha información sobre esta zona.

EAST SIDE GALLERY

A dos paradas de metro del barrio turco, en U1 Warschauer str., comienza el East Side Gallery. Un kilómetro y medio de muro que permanece levantado con impresionantes pinturas y grafitis.  En 1990, 108 artistas fueron invitados a llenar de color los restos de esta gran tapia gris que durante 28 años mantuvo aislada la parte oriental de Berlín. 

El East Side Gallery es un memorial para la libertad.

En esta zona nos recreamos. Cuando nos dimos cuenta era de noche. Pero es que mirad qué rincones y qué atardecer.

 

Justo detrás del muro hay una zona ajardinada, una parte de playa, bares chill out, etc. En esta página hay una lista de bares con mini playa de lo más interesantes.
En resumen: anduvimos durante horas y sin embargo vimos muy pocas cosas. Con esa sensación estuvimos durante todo el viaje.
¿Conocéis Berlín? ¿Qué rutas hicisteis? ¿Qué fue lo que más os gustó?