Antes del partido tengo la costumbre de pensar en donde estoy y como he llegado hasta aquí y me acordé de mucha gente que me ha rodeado y acompañado en mi vida y, si me lo permitís, me gustaría hacer un pequeño homenaje a todos ellos, un homenaje que todos y cada uno de vosotros podéis hace extensible a vuestra familia y amigos, porque en definitiva, todos tenemos mucha gente de la que acordarnos hoy. Por supuesto, me acordé de mi abuelo Esteban, que cogía a mi padre Luis y a mi tío Antonio y los llevaba de la mano por la calle Reina Victoria al Metropolitano. Sé que estén donde estén mi abuelo y mi tío, serán una parte más de la grada que anime a los Luis Aragonés, Arteche, Marcel Domingo, Escudero,... y estarán en Lisboa animando porque "... ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar..." De mi padre (y por lo tanto de mi madre) que nos hizo a mis hermanos y a mi seguidores rojiblancos. Siempre nos transmitió la grandeza de este club estuviera en primera o en segunda, jugara una final o un partido intrascendente. Siempre nos dejó claro que este equipo es grande y la grandeza la da su historia, su orgullo, su afición, nos enseñó que donde otros caen y no se levantan nosotros sí lo hacemos porque sabemos que a cojones difícilmente nos pueden ganar... "Rey de la furia española, club altivo y generoso..."
Este que os escribe nació en el año 1974, unos meses antes de que el Atleti jugara su única final de la antigua Copa de Europa y, por lo tanto, no vivió lo que supuso ese partido para el club, pero tanto mi padre como mi hermano me lo han transmitido y con ese recuerdo y orgullo, 40 años después nos vemos en otra final de la actual Champions.
Bajé con mi chica al "1903" para vivir el partido rodeado de atléticos porque vivimos en zona "vikinga" y, al final, si lo vemos en un bar, termino en comisaría... y solo puedo decir que fue espectacular vivirlo en el Calderón rodeado de los nuestros.
Antes del partido tengo la costumbre de pensar en donde estoy y como he llegado hasta aquí y me acordé de mucha gente que me ha rodeado y acompañado en mi vida y, si me lo permitís, me gustaría hacer un pequeño homenaje a todos ellos, un homenaje que todos y cada uno de vosotros podéis hace extensible a vuestra familia y amigos, porque en definitiva, todos tenemos mucha gente de la que acordarnos hoy. Por supuesto, me acordé de mi abuelo Esteban, que cogía a mi padre Luis y a mi tío Antonio y los llevaba de la mano por la calle Reina Victoria al Metropolitano. Sé que estén donde estén mi abuelo y mi tío, serán una parte más de la grada que anime a los Luis Aragonés, Arteche, Marcel Domingo, Escudero,... y estarán en Lisboa animando porque "... ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar..." De mi padre (y por lo tanto de mi madre) que nos hizo a mis hermanos y a mi seguidores rojiblancos. Siempre nos transmitió la grandeza de este club estuviera en primera o en segunda, jugara una final o un partido intrascendente. Siempre nos dejó claro que este equipo es grande y la grandeza la da su historia, su orgullo, su afición, nos enseñó que donde otros caen y no se levantan nosotros sí lo hacemos porque sabemos que a cojones difícilmente nos pueden ganar... "Rey de la furia española, club altivo y generoso..."
A mi hermano Luis al que debo este amor sin medida y con locura a este escudo. Al primero que llamé ayer cuando acabó el partido, al primero que llamé cuando hicimos el doblete, al primero que llamé cuando ganamos en Hamburgo, al primero que llamé en la derrota de la Copa del Rey de Barcelona para que supiera que 60.000 locos estábamos a muerte con el equipo a pesar de la derrota, al primero que llamé cuando ganamos en Bucarest, quizá porque le vi llorar como un niño con la mano medio rota y una puerta destrozada cuando bajamos a segunda en Oviedo o quizá porque cuando tenía cuatro años mirándome a los ojos me hizo sabedor de que si miraba en mi interior encontraría el escudo del Atleti grabado en el corazón. Como no darte las gracias por tanto, como no darte las gracias por esta bendita locura, irracional y sin sentido. "... Nadie sabia su nombre, quién era aquel atletista, tan audaz y temerario que su bandera llevó..."
También a mi hermana Rosa que sin levantar la voz y rodeada de un contubernio vikingo sigue orgullosa de su Atleti y de haber conocido a "Piruleta" (Irureta para el resto de los atléticos). Eres grande y sigue con tu latido rojiblanco en lo más profundo de tu alma porque sin saber de fútbol si sabes de sentimientos y los del Atleti los llevas muy dentro. ORGULLOSO ("... cantemos todos al equipo que adoramos, cantemos todos Forza Atleti campeón...")
Tengo amigos a los que nunca podré agradecer tanto el haberme acompañado en momentos fundamentales de mi vida como rojiblanco. Javi, compañero de abono durante 19 años seguidos y alguno que otro suelto, amante del FUTBOL, orgulloso rojiblanco esté donde esté, Madrid, Barcelona, Finlandia o donde la vida le ponga, pero siguiendo a su equipo sea como sea. Nos hemos visto partidos contra el Manchester United o el Parma, nos hemos comido partidos contra el Eibar o el Universidad de las Palmas, hemos disfrutado a Futre y Schuster y hemos sufrido a Seitaridis y Maguy, hemos acompañado a nuestro equipo en segunda y ganando en Europa, pero siempre juntos, con un mini de vodka y nuestra bufanda al cuello. Gracias amigo ("... we are the champions, my friend...")
Como olvidarme de Carlos y César, incondicionales e incansables rojiblancos. Cuantas horas en el Chiscón de la Candela ... Ningún partido es lo mismo sin vosotros, ninguna final hubiera tenido sentido sin vuestro apoyo ("... porque luchan como hermanos defendiendo sus colores...")
Paco y Cristina (como si fueran hermanos) que desde Segovia hacen lo que sea por seguir al Atleti (hasta tirarse en un coche en marcha para ver las semis contra el Chelsea). "Aquí me pongo a contar motivos de un sentimiento que no se puede explicar..."
A otros abonados y atléticos de pro como Rufo y Borja (cómo me acuerdo de tu abuelo que con más de 90 años seguía bajando al Calderón como un campeón). Fernando, tu madre estará orgullosa en el cielo rojiblanco. Guillermo y Nines, Rocio, Fonsi y Jorge (madre mía chavales, lo que tenéis que aguantar con tanto vikingo en el gimnasio, vosotros sí que lucháis contra gigantes y no contra molinos de viento) y tantos otros.
Y que decir de mi chica, con un sentimiento Atlético de los que nacen no por tradición, como el mío, sino por convicción. Eso lo admiro y respeto. HONOR para tu sentimiento nacido desde el alma "... Atleeeti, Atleeeti, Atlético de Madriiiiid..."
También me acuerdo mucho de vosotros, que leéis estos artículos y que sin conoceros os siento parte de mi familia, porque todos somos miembros de esta secta que nos mata y nos da la vida, que nos hace disfrutar de la vida cada segundo, que nos hace llorar y reír, que nos vuelve locos y nos apasiona. Por esa pasión este blog se llama así, PASION EN ROJIBLANCO.
Que nada ni nadie nos quite esa pasión, esa ilusión, esa manera de sentir y vivir, porque no dudéis que la "central lechera" nos intentará ningunear, pero no se dan cuenta que contra los ricos siempre está Robin Hood, que contra la prepotencia está el trabajo y la lucha, que contra la desinformación están los blogs rojiblancos, que contra las individualidades está el EQUIPO, que contra 9 Copas de Europa está el hambre y la ilusión de ganar la primera...
Este es nuestro momento, este es nuestro sitio, porque somos el Atlético de Madrid, porque somos una afición que siempre está con su equipo y porque nuestras mamás nos parieron con unos huevos y ovarios de tamaño XXL (perdón por copiar al Cholo, pero es lo que hay...)
¡¡¡ FORZA ATLETI !!!
Antes del partido tengo la costumbre de pensar en donde estoy y como he llegado hasta aquí y me acordé de mucha gente que me ha rodeado y acompañado en mi vida y, si me lo permitís, me gustaría hacer un pequeño homenaje a todos ellos, un homenaje que todos y cada uno de vosotros podéis hace extensible a vuestra familia y amigos, porque en definitiva, todos tenemos mucha gente de la que acordarnos hoy. Por supuesto, me acordé de mi abuelo Esteban, que cogía a mi padre Luis y a mi tío Antonio y los llevaba de la mano por la calle Reina Victoria al Metropolitano. Sé que estén donde estén mi abuelo y mi tío, serán una parte más de la grada que anime a los Luis Aragonés, Arteche, Marcel Domingo, Escudero,... y estarán en Lisboa animando porque "... ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar..." De mi padre (y por lo tanto de mi madre) que nos hizo a mis hermanos y a mi seguidores rojiblancos. Siempre nos transmitió la grandeza de este club estuviera en primera o en segunda, jugara una final o un partido intrascendente. Siempre nos dejó claro que este equipo es grande y la grandeza la da su historia, su orgullo, su afición, nos enseñó que donde otros caen y no se levantan nosotros sí lo hacemos porque sabemos que a cojones difícilmente nos pueden ganar... "Rey de la furia española, club altivo y generoso..."