El debut de Alemania es el principal aliciente de la jornada dominical, tercera de este Mundial 2010. Los germanos tienen, a priori, un cómodo debut, ante Australia, aunque los socceroos son uno de esos países que, como Estados Unidos, trabajan con método y crecen en la sombra, sin hacer ruido, pero en constante progresión. El problema, claro, es que parten de muy atrás. Sobre todo con respecto a los cuatro gigantes del planeta fútbol.
Los de Joachim Löw son claros favoritos para sumar tres puntos que pueden abrirles de par en par las puertas de octavos. Porque, en el otro partido del grupo, Serbia y Ghana parecen condenadas a neutralizarse. Ambas pueden dar por bueno un puntito para luchar por la segunda plaza, ya que la primera parece adjudicada a la tricampeona del mundo. Por mucho que, como dice Philip Lahm, vea a esta Alemania “menos alemana” que en otras ocasiones. No sé, pero cambiar justo ahora no parece un buen negocio.
Y de nuevo un buen detalle: los organizadores vuelven a programar el partido más flojo del día (Argelia-Eslovaquia) a la hora del aperitivo. O sea: tengamos claras las prioridades.
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