Paso a Nado #OrinocoCaroní2014, parte I

Publicado el 22 noviembre 2014 por Andrea Marcano @AndMarkno
Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay! Ya tenemos nuestras primeras medallas en los JUNACIV Lara 2014, el sr. Marcos logró la medalla de bronce en los 200 mts combinado, plata en los 50 mts espalda y bronce en los 50 mts mariposa y Teddy llegó de 4to en los 200 mts combinados, oro en los 50 mts espalda y bronce en los 50 mts mariposa. Vamos equipo ju ju! 
#HTGAWM: ¿lo vieron? Demasiado bueno, Sam tiene que enseñarme a volar así. Ahora a esperar, sabía que Annalise no podía ser la esposa perdónalo todo, me quito el sombrero ante Viola Davis y el tremendo papel que está haciendo. 
Ahora sí, monos! 
El Paso a Nado de los Ríos Orinoco y Caroní es una de esas cosas que formaban parte de mi Bucket List, junto completar un triatlón y escribir un libro, por nombrar algunas. Pero jamás pensé que lo tacharía este mismo año, hablaba de hacerlo algún día... No de ya para ya. El entrenamiento formalmente comenzó en Enero, estando a 3 meses del evento, llegó mi momento para dejar mi huella y poder escribir mi propio pedazo de historia en uno de los eventos de aguas abiertas más importantes del país.
El primer Paso a Nado se realizó el 8 de Diciembre de 1983 y sólo contó con la participación de 12 nadadores. El río Caroní es el 2do con más caudal de nuestro país y sus aguas tienen una coloración negruzca, a diferencia de su compañero el Orinoco de tonalidades marrones. El Orinoco es 4to río sudamericano más largo y el 3ro más caudaloso después del Amazonas, así que cruzar estos 2 titanes que se tocan mas no se unen, no es tarea fácil y conlleva una preparación física y mental para el logro de la proeza, hay que recorrer 3.1Km, desde los Barrancos de Fajardo hasta el Malecón de San Félix.

Nuestro entrenador tritón una vez nos dijo: "Primero se cruza aquí (señalando las sienes con los dedos) y después se cruza allá", más acertado imposible. Con esas palabras le damos inicio a mi viaje, nuestro viaje como Tritones rumbo al #OrinocoCaroní2014:
En Enero retomamos las actividades en la piscina pero el incio fue distinto, al traje de baño se le sumaron los zapatos deportivos, la Física hizo su aparición en forma de planchas, sentadillas, abdominales y lagartijas (había que bajar las hallacas, el pernil y el pan de jamón) durante 10 o 20 minutos antes de saltar al agua. Empezábamos con series de 400-500 mts, combinados, brazos con paletas y piernas con chapaletas para fortalecer.
Los dolores musculares estaban a la orden del día, en el bolso no faltaba Dencorub o Voltaren y el olor a viejito siempre en el aire. A media que pasaban las semanas se le iban sumando metros a las series largas, las cortas exigían más velocidad y el "aquí es donde me ahogo" me pasaba con frecuencia por la cabeza.
Hasta la fecha del Paso a Nado todas las bebidas alcohólicas estaban terminantemente prohibidas, y señores es difícil cumplir cuando todos los fines de semana había una reunión social diferente y si el tequila (lo amo con locura) hacía aparición peor era la cosa. No quedaba otro remedio que quedarme tranquilita campaneando mi vasito de jugo o de agua con hielo, menos mal que no sufría sola, sufríamos en equipo. 
Llegaron los días de carga y no era de cualquier tipo, se trataba de shorts de blue jean. El frenazo que sientes cuando vas en el agua tratando de desplazar, no es normal. Una vez te libras del accesorio infernal, te sientes flecha veloz y el cuerpo es otro. Esas noches caía como un bloque en la cama después del respectivo tobo de comida. Y como olvidar el día en que nuestro querido dictador... Digo entrenador dijo: "3000 con carga, FUERAAAAAAAAAAAAAA" ¡qué momentos! Para que se hagan una idea, en términos de piscinas 3000 mts son 120 piscinas, yo siempre pierdo la cuenta, no sirvo para eso porque me pongo a pensar en otras cosas y a cantar (mi canción en aquel tiempo era Little Talks - Of Monsters and Men), ya llega un momento en que los brazos se mueven solos. Cuando sentía que llevaba un tiempo considerable rodando le preguntaba a mi compañera de atrás cómo íbamos, porque si es por mí sigo en piloto automático. Las series de 500 mts de brazos y piernas eran muy normales.
Para esos meses estaba terminando mis pasantías en PDVSA Área Jusepín; entre la tesis, la viajadera y el Orinoco, me tenían la vida de cuadritos. Los fines de semana eran los únicos días en que podía de a momentitos acostarme tranquila a contemplar en techo, hasta que hizo su aparición el Morichal Largo (sábados) y el Entrenamiento Funcional (domingos). 
Nota: aquí mientras recuerdo todos los detalles del entrenamiento para incorporarlos a esta entrada llegué a la conclusión de que estábamos fritos, sólo descansábamos los viernes. De verdad, no se como mantuve mi vida social balanceada, terminé la tesis, no me llevó la corriente del Morichal Largo y no me desmayé en los funcionales. Cabe destacar que mis amigos dryland (los que no forman parte del equipo, también llamados "Tritones Honorarios") decían que estaba loca, aunque siempre estaban pendientes de los progresos y nos dieron su apoyo incondicional hasta el final.
Para familiarizarnos con todo el asunto de las corrientes de río y como debíamos comportarnos dentro del agua, ya fuera para sacarles provecho, salir de remolinos y hacer todo el cruce más llevadero, los sábados bastante, bastante, bastante temprano salíamos hacia el río Morichal Largo al sur del estado Monagas, aproximadamente a 1 hora en carro desde Maturín. Es un sitio de interés turístico, el río está rodeado de manglares y palafitos de los indígenas Waraos y el agua tiene tonalidades marrones, negras y rojizas. 

La primera vez que fuimos alquilamos una lancha para definir y visualizar el recorrido que haríamos dentro del agua, serían 450 mts (determinado por un GPS) con tramos a contracorriente, abajo les dejo un pequeño diagrama para que entiendan mejor el trabajo que hacíamos, justamente pasábamos al frente de los palafitos que ven en la fotografía de arriba.

Después de unos cuantos gritos de asco/susto por las cosas que nos tocaban los pies en el fondo, nos lanzamos al agua. En el Tramo 1 cruzábamos el río, teniendo como punto focal (en la natación de aguas abiertas es muy importante encontrar un punto de guía, enfocarse en él y tratar de llegar allí) y de encuentro un palafito que tenía una cava blanca. Salimos con potencia moviendo rápidamente piernas y brazos, al llegar a la mitad del río sentimos la corriente fuerte, el cuerpo se te iba de lado perdiendo terreno y agarre, allí experimenté mi primer sustito (si no me ponía las pilas iba a salir del otro lado del puente) y los que nos veían desde la orilla también. En este tramo nos lanzábamos al agua diagonalmente, buscando subir el río cosa de que la corriente te baje hasta el punto a donde querías llegar.


El Tramo 2 era completamente a contracorriente, subíamos por el río paralelos a los palafitos, el truco estaba en pasar lo más cerca de ellos posible para que la corriente fuese menos. En ese primer viaje el agua del río no estaba turbia y cuando metías la cara en el agua veías con claridad todo el fondo. Habían algas largas que se movían como espectros verdes al compás de la corriente, eran asquerosas y cada vez que pasaba por encima de ellas era "mata, mataaa, mataaaaaaa.... Púyalooooooo". Hubo una vez que me estaba llevando la corriente y no me quedó mas remedio que agarrarme de las algas, fue horrible y cuando hacías el recorrido con las paletas siempre se te quedaban enrolladas en ellas. También era normal que cuando ibas nadado y sacabas las cabeza hacia al frente para ubicarte, te encontraras frente a frente con un pedazo de mata flotante que la corriente había arrastrado, chévere quitarse eso de la cara.
En el Tramo 3 toca de nuevo cruzar el río, en ese pedazo el río se volvía más ancho y no sentías que la corriente te movía el cuerpo pero igual hacía que perdieras el agarre, llegábamos a una playilla que servía de estacionamiento de curiaras. El tramo final era el más sencillo por ser a favor de la corriente, te dejabas llevar haciendo el mínimo esfuerzo hasta llegar al punto de partida. 

El recorrido lo repetíamos unas 6 veces, variando las modalidades: con y sin paradas, sólo con chapaletas, sólo con paletas y con ambos jugueticos. Terminábamos con la lengua de corbata y devorando toda la comida que cargamos con nosotros, lo que me mantenía positiva mientras estaba nadando eran todas las cosas ricas que iba hartar cuando terminara. Era muy común que me preguntara a mi misma ¿en qué peo me había metido? pero ya estaba montada en el burro y había que arrearlo. Algo que todas las chicas experimentamos al quitarnos el traje de baño era encontrar un jardín botánico en él, habían palitos, matitas y cosas no identificadas pegadas a la piel y colgadas en el traje, muy chévere eso. Esos eran los sábados Tritones Pre-Orinoco.

Los domingos eran otra historia, había que estar a las 7:30 AM en Palma Real para hacer Entrenamiento Funcional al aire libre, se podrán imaginar las caras de sueño. Se trata de una modalidad de ejercicio para trabajar todos los músculos al mismo tiempo, buscando el mejor rendimiento físico y mayor coordinación, agilidad, flexibilidad, fuerza y velocidad. Hacíamos un circuito de unas 12 o 14 estaciones (dependiendo de la instensidad de los ejercicios) con ligas, cuerdas, balones, TRX, pesas, bosu y otros elementos, ejercitándonos durante 30 segundos por estación, en una sesión de funcional le hacíamos 3 o 4 vueltas al circuito. La mamazón al terminar no era normal y los dolores del otro día no dejaban que nos lenvantáramos de la cama o nos sentáramos apropiadamente, admito que para levantarme de la poceta tuve que agarrame del tubo de guindar las toallas XD de no hacerlo me quedaba allí para toda la vida. Al acostumbrarnos al trote, los dolores fueron cosa del pasado.

A finales de Marzo salió el listado de participantes del Paso a Nado, haría mi debút con el número 293 adornándome ambos brazos, las manos y espalda, otras 899 personas me harían compañía el 13 de abril... Ya no había vuelta atrás y habíamos trabajado súper duro para asumir el reto. El 13 es mi número favorito, así que lo tomé como una excelente señal, tendríamos que estar el 12 en San Félix para el chequeo médico y el congresillo técnico. Las semanas antes del evento los entrenamientos bajaron de intensidad notablemente, estábamos en momento relax, un brazo le pedía permiso al otro para moverse igual con las piernas, ya no más Morichal Largo y Entrenamiento Funcional. Las ansias estaban en el aire, ya queríamos salir de eso, muchas emociones también, alegría y susto, rogábamos que no lloviera y que la corriente nos tratara con guantes de seda. 


El último jueves de entrenamiento nuestro entrenador impartió su clase magistral y compartió unos últimos tips con nosotros (por primera vez en mucho tiempo no haría el cruce, una lesión en el hombro se lo impedía):

  1. Lleven botellitas de agua porque hay veces que no colocan alfombra en la chalana que los lleva a los Barrancos y el metal se calienta con el sol, usen el agua para para mojar el piso.
  2. Bajen con cuidado de la chalana, nunca se sabe que hay en el fondo.
  3. Busquen un sitio donde sentarse todos, no permanezcan mucho tiempo de pie.
  4. Si los atrapa un remolino, ya saben, salgan con potencia o sumérjanse.

Había llegado la hora, dos noches de sueño más y nos íbamos a San Félix.
Bueno hasta aquí llega la primera parte, en la segunda les cuento todo lo que sucedió el 12 y 13 de abril. Voy a tomarme un break este fin para armar todo, aunque quizás sorprenda. Ya veremos.
Ayer fueron 3K pateando asfalto, ahorita estoy esperando a ver si el clima mejora a ver si sigo sumando K.