Porque vale que seamos asturianas, y que aquí de palmas y faralaes haya más bien poco. Pero tampoco es que esto sea como en “Ocho apellidos vascos”. En el norte también sabemos disfrutar de las sevillanas y la manzanilla. Todo es echarle ganas de fiesta, verdad?
Pues para ambientar nuestra particular feria de abril os hemos traído dos tartas. Una roja y negra, y la otra negra y roja, os quedáis con la que más os guste. Eso sí, las dos con muchos lunares, volantes y claveles. Habrá algo más saleroso?
Hay que ver lo realistas que nos han salido los claveles eeeeh? Nuestros hijos al verlos no se creían que eran para comer.
Os parecen muy complicados? Pues ahora veréis que sencillos son. Como siempre, un poco de paciencia y algo de práctica y aprenderéis a hacerlos como churros. Mirad qué fácil y qué rápido se hacen:
Ya lo habéis visto: en 4 sencillos pasos los tienes listos: cortar, aplastar, apilar, y doblar. Más fácil imposible!!
No me diréis que el resultado no es más que aparente?
Venga, ya estáis tardando en hacer la prueba. Y luego a impresionar a la familia y a los amigos con vuestros super-espectaculares postres rocieros!!